1. Agustina y Agustín


    Fecha: 02/12/2018, Categorías: Incesto Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... pasado, hoy somos felices, nos queremos y tendremos un hijo”, al oírlo ella gritó, “¡No!, ¡Un hijo no! Ustedes no pueden tener hijos”, a lo que al mismo momento preguntamos ¿Por qué? ¿Por qué no podemos tener un hijo? a lo que la respuesta, si bien se la dirigió a él, nos dejó mudos a ambos, fue: “Porque ella es tu hija”. Agustín se sentó agarrándose la cabeza entre las manos y yo, temblándome la voz le pregunté cómo era posible si ella me había dicho que mi padre había muerto; entonces ella agarrándome las manos me confió lo siguiente: “Yo estaba enamorada de Agustín por lo que dejé de cuidarme y quedé embarazada de vos, antes de enterarme, él se embarcó y no volví a saber de su vida hasta que el otro día me contaste que pensabas ir a vivir con quien te hace feliz, por tu descripción intuí que podía ser el mismo hombre y hoy lo confir..., no la deje terminar de hablar y le pregunté porqué me mintió a lo que me dijo que lo hizo para que no pensase mal del hombre que me dio la vida, ya que si bien desapareció de nuestras vidas, lo hizo sin saber que había engendrado un hijo. Agustín se paró y abrazándola le dijo que había sido un tonto al no habérsele acercado pero que hoy, casi 24 años después de aquello, era a mí a quien quería, que ya habíamos mantenido relaciones y que yo ya estaba embarazada, a lo que yo, agarrándolo por la cintura, agregué que lo había conocido como a un hombre cualquiera y no como a un padre, que me sentía bien entre sus brazos, que estaba dichosa de ...
    ... que tuviésemos un hijo y que a pesar de ser mi padre me iría a vivir con él como su esposa y madre de sus hijos. Mi madre quiso continuar hablando pero yo agarrándole la mano a Agustín lo tiré hacia la puerta de entrada y nos fuimos. Cuando llegamos a su casa, nos sentamos en los sillones del comedor, y llorando hablamos; él me pidió perdón por no haber estado a mi lado como padre, por haberse enamorado de mí, por haberme hecho el amor y por haberme embarazado; y yo le respondí que todo eso estaba perdonado pues ninguno de los dos sabía que éramos, ya que él nunca supo que había tenido una hija y yo siempre pensé que mi padre había muerto, que si no hubiese sido por lo que mi madre nos contó hubiésemos sido simplemente un hombre y una mujer que se conocieron y se enamoraron, y dándole un beso le dije “Mi hombre, mi macho, el padre de este hijo que llevo dentro mío, el primer hijo que te enteras que tendrás”; ahí me apretó las manos y me sonrió tristemente. Yo le di entonces un beso intenso, beso al que inicialmente no correspondió pero que ante mi insistencia respondió. Cuando terminamos de besarnos lo tomé de las manos y lo llevé a la cama y, desvistiéndome, le pedí que me cogiese como a la Agustina de la que se enamoró y no como a la Agustina, su hija. Me cogió suavemente, como lo hizo siempre, haciéndome gozar como nadie me ha hecho disfrutar y agotados después de tener mil y un orgasmos, con semen en todas partes de mi cuerpo y en las sabanas de su cama, nuestra cama a ...