1. Agustina y Agustín


    Fecha: 02/12/2018, Categorías: Incesto Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... oscuridad del mismo se le escaparía una mano, pero me equivoque por lo que no pasó nada. Eso me calentó aún más, por lo que cuando me invitó a cenar le dije que bueno pero que lo hiciésemos en su casa. Aceptó y pasando por una rotisería, en donde compró un pollo con papas, fuimos a su departamento. No bien entrar me di cuenta, por lo limpio y ordenado que estaba todo, que si me trataba como me trataba no era para engancharme sino porque era realmente un caballero muy meticuloso, lo que me encantó. Después de cenar me quiso llevar a mi casa pero yo, mintiéndole, le dije que prefería quedarme esa noche en su departamento porque mi madre no estaría y tenía miedo de quedarme sola. Entonces me preguntó si no tenía miedo de quedarme con él a lo que yo, agarrándome de su cuello y parándome en puntas de pie a fin de darle un beso en la frente, le dije que no, ya que no me haría nada que yo ya no hubiese hecho ni quisiese hacer. Ahí me tomó de la cintura y llevó sus labios a los míos que se abrieron como una flor para que se fundieran nuestros alientos, nuestra saliva y nuestras lenguas. Fue un beso largo durante el cual no solo nuestras lenguas estuvieron en contacto sino que sus manos acariciaron mi espada y mis glúteos y las mías los suyos sino que también durante el mismo pude sentir como su verga aumentaba de tamaño apoyada contra mi panza. Cuando nuestras bocas se separaron fue para que nuestras miradas se cruzasen y para que, con una sonrisa de oreja a oreja, me tomase de la ...
    ... mano y me llevase hasta su habitación. Al entrar en ella no pude dejar de darme cuenta lo bien arreglada que estaba, aunque el tiempo que estuve parada fue poco, porque enseguida me hizo acostar y acostándose a mi lado comenzó a acariciar mis pechos, por sobre mi remera, pero al poco tiempo y viendo que yo no oponía resistencia sino que había comenzado a franelear su pija por sobre el pantalón, paso sus manos por debajo de la remera y al llegar al corpiño, liberó mis pechos de él y sacándolos fuera, me los comenzó a chupar. Yo aprovechándome de que su pantalón era de vestir y por lo tanto no apretaba su pija comencé a pajearlo. Al sentir subir nuestra temperatura, dejó mis pechos y recorrió mi pancita a besos, por lo que tuve que dejar de masturbarlo pero lejos de dejar quietas mis manos aproveché y me saqué la remera y el corpiño; al verme hacer esto, desabotonó mi pantalón y me lo quitó junto con mi bombachita. Luego de quitarme estas prendas, molestas para lo que quería hacerme, comenzó a besarme los pies y luego las piernas para, al llegar a mi vagina y pasar su lengua por sobre mis labios mayores separándolos, soplar suavemente mi cueva, haciéndome sentir un placer muy intenso; de allí pasó primero a lamerme el clítoris y luego bajando por mi vagina y separando mis labios menores, con su maravillosa lengua, llegar hasta mi ano y recorrer todo su perímetro, hecho lo cual y logrando que mi excitación aumentase, volver a subir hasta mi clítoris. No sé cuántas veces lo hizo, ...
«1234...12»