1. Un trío que no funcionó; una pareja que sí disfrutó.


    Fecha: 17/10/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... Juan era perfecto. Supe además que me doblaba la edad, tenía 32, era pareja de Ángel, aunque en secreto porque en realidad estaba casado y con una hija. Repito, era perfecto, por ser el tipo de hombre que buscaba para mí. Los siguientes 10 minutos se dedicaron a interrogarme: ¿por qué un trío? ¿Cómo fue tu primera vez? ¿Qué te gusta o disgusta en el sexo? Para ese momento yo ya no estaba convencido de sostener un trío, todas mis ganas y mis intenciones se habían volteado hacia Juan. Ángel había desaparecido, para mí. Y el mismo Ángel se estaba dando cuenta de la situación pues la realidad no me importaba disimular. Aprovechaba cualquier momento para halagar el cuerpo, la voz, los ojos, la sonrisa de Juan. Ese hombre ya me tenía desde que llegó al departamento. Los vasos de cerveza continuaban sirviéndose y mi deseo estaba por desbordarse, ya quería estar en los brazos de aquel macho. En la TV sonaban unos videos musicales y no fue sino hasta que se reprodujo una salsa que vi mi oportunidad materializarse. La verdad es que me gusta mucho bailar y me jacto de hacerlo bien. Fue entonces que me paré y mostré un par de pasos; Juan contemplaba el movimiento de cadera y solo sonreía hasta que se animó a parar con la advertencia de no saber ni el paso más básico. Tranquilo, le dije, yo te enseño, pon tu mano en mi espalda baja y acércate un poco más. Me perdí una vez más y ahora en su aroma, fue el imán perfecto para mis labios que se acercaban, como por hechizo, a su cuello. No ...
    ... resistí más y le besé, le besé tan apasionadamente que su respiración cambió y sus manos se ponían muy inquietas, ahora estaban por debajo de mi camisa acariciando mi espalda. Ángel contemplaba pero no se quiso quedar fuera, se acerca a mi espalda y me intenta besar. Por cortesía, le beso pero un beso simple, apenas consigo librarme vuelvo a besar a Juan. Mi mente y cuerpo estaban para juan. No sé si la misma calentura o enojo despertaron en Ángel una personalidad diferente, el hombre realmente quería participar, finalmente la idea era un trío, pero yo ya no quería formar parte de él. El caso es que Ángel, aún atrás de mí, empieza a desvestirme sin dejar de besar; yo seguía acariciando y besando a Juan. Cuando consigue Ángel bajar mi pantalón y ropa interior me ha introducido la lengua en el culo con una maestría que hace escapar los primeros gemidos, inmediatamente siento un par de dedos invadir ese espacio, aún era Ángel que de alguna forma ne quería demostrar el placer que me estaba negando, la verdad es que lo estaba logrando. Pero en mi mente estaba la idea de que Juan fuera el activo y yo clavar a Ángel, sobre todo lo primero, quería ser ensartado por Juan. Sin dejar de besarle, le despojé de su pantalón y pude sentir lo hirviente en su pelvis, el abundante vello era armonioso con lo que ya había visto en su pecho y abdomen, y ahí estaba, su mástil, era el miembro viril más hermoso que había visto hasta entonces, no era muy largo, 16cms tal vez, pero era de un grosor ...