1. Cartas a mi esposo


    Fecha: 19/12/2018, Categorías: Infidelidad No Consentido Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... cerrar la puerta del dormitorio y poner una silla delante. Ahora no quiero que siga aquí. Me da mucho miedo. Puede que, estando sereno, sea la persona maravillosa que decías en tu correo, pero bebido no lo es, y eso me asusta mucho. ¿Quién me dice que no se va a emborrachar todos los días? Muchos abrazos y besos Yolanda. ******************** Hola Roberto, cariño mío: No sabes lo que he tenido que pasar en esta semana. No he ido a la policía porque tu hermano me tiene encerrada en casa y no me deja salir. Las pocas veces que lo he hecho, ha sido a comprar y acompañada por él. El otro día, cuando se despertó, apareció en la cocina, donde me encontraba yo preparando la comida, sin decir nada. Yo, con la mejor de mis sonrisas le saludé y le dije: -Hola Juan. Anoche dormías tan profundamente que no te quise despertar. ¿Quieres que te prepare algo para desayunar o esperas a la comida, que estará pronto? ¿Quieres darte una ducha antes?, te daré toallas. -Quiero que me hagas una mamada. –Me dijo. -¿Una qué? –Le dije, pues no entendía que me hablase con un lenguaje tan soez. -Una mamada, puta, ¿No sabes lo que es? ¿No se la chupas a mi hermano? -No me llames puta. –Le dije indignada. –Y te recuerdo que eres mi cuñado y que no podemos hacer eso. No pude seguir. Me vi en el suelo antes de llegar a sentir el dolor de la tremenda bofetada que me dio. Sin darme tiempo a más, me cogió del pelo y me puso de rodillas tirando de él. -Te dije anoche que cuando yo pido algo, se me da ...
    ... inmediatamente, sin discusión y con rapidez, si no quieres que te muela a palos. Ahora, sácame la polla y chúpamela hasta que me corra, procura tragarte todo si no quieres que me enfade y te parta la cara. ¡Venga! ¡Rápido! Sin que soltara mi pelo, desabroché sus pantalones y los dejé caer. No llevaba nada debajo, y ante mis ojos apareció la cosa más espantosa que podía imaginar. Tan grande como mi antebrazo y de un grosor increíble, apuntaba directamente a mi cara como una serpiente dispuesta a atacarme. -¿Vas a chupar por ti misma o tengo que animarte con unas bofetadas? La cogí con mi mano, sin poder abarcar su circunferencia, asombrada por el gran trozo que sobresalía tanto por un lado de mi mano como por el otro. Acostumbrada a la tuya, que solamente sobre sale la cabeza cuando te la cojo, esta me tenía eh shock. La noté pegajosa y alargué la mano para tomar un paño de cocina con el que limpiarla, pero con un fuerte golpe en mi mano lo hizo caer, al tiempo que me decía. -¿Qué pasa, no te gusta saborear los jugos de la otra puta que me follé ayer? Chupa de una puta vez y no me cabrees más. Al próximo remilgo, te parto la cara. Asqueada y con arcadas, sobre todo después de lo que me había dicho, conseguí meterme la punta con gran esfuerzo, mientras pajeaba su tronco, luego pude coordinar mis movimientos, metiendo la punta en mi boca cuando movía mi mano hacia ella y sacándola cuando hacia el movimiento contrario. Pero él no se contentó con eso. Tomó mi pelo como si llevase dos trenzas ...
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