1. Raquel, mi hermana y mi obsesión


    Fecha: 01/01/2019, Categorías: Incesto No Consentido Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    ... se puso de rodillas frente a mí, me saco el cinturón y desabrocho mi pantalón. —Ok, pero será solo una vez—de inmediato baje mi pantalón hasta los tobillos y mi verga dura quedo frente a su cara. —¡¿qué mierda estamos haciendo?! —comenzó a masturbarme suavemente, y sus labios, esos que el día anterior bese, estaban pegados a mi verga. Tome su cabello con ambas manos, no quería perderme el espectáculo de ver esa cara hermosa con mi verga dentro. Me miro a los ojos y me repitió. —Solo será esta vez —luego metió mi pene en su boca y comenzó a mamarla. Cerré los ojos un instante, pero recordé su cara y me concentré en verla, de verdad mi hermana es hermosa. Su legua jugaba con la punta de mi pene, y Raquel me miraba fijamente, luego fue hasta el fondo. Toda mi verga entro en su boca, podía sentir su garganta. Una y otra vez se dejaba ir hasta el fondo, su saliva me escurría por mis bolas. —¡QUE RICO LA MAMAS HERMANITA! —Shhhh! —Puso su dedo en la boca y no me quedo más que guardar silencio, y disfrutar de esa boquita. Cuando sintió que me venía, saco mi verga y la puso contra su cara. Con su mano me masturbo hasta que los chorros de leche salieron directo a su cara. Su nariz, su frente y su pelo estaban llenos de semen. Limpio el poco que me quedo en la punta con su lengua y luego salió hacia el baño. —Me ensuciaste el pelo, voy a tener que bañarme. Otra vez. Yo seguía atónito y extasiado en la sala, fascinado por la mamada de verga. Pero, pensaba que si fue así de fácil que me ...
    ... la mamara, tenía que conseguir que me dejara coger con ella. Aunque sea una vez. Los días pasaban y ahora si sentía celos, celos de que la vieran mis amigos, de que el señor de la tienda se la comiera con la mirada. De que su estúpido novio se la cogiera en el asiento trasero de su maldita camioneta. Así que un domingo, espere a que nuestros padres salieran y cuando escuche que Raquel se daba un baño, entre. Me quite la ropa y abrí la cortina. —¡¿PERO QUE HACES?! ¡ME ESPANTASTE! —Te quiero coger! —Ponte tu ropa, ¡¿estás loco?! Eres mi hermano! ¡NO VAMOS A COGER! —Entonces mámamela! —Sabía que había sido un error, no debí haberte echo nada —salió de la ducha y se enrolló en una toalla. Pero yo se la arranque. —Solo una vez —le dije mientras la volteaba contra el muro. —¡NO! Ya habíamos hablado esto, no podemos... ¡¿QUÉ HACES?! Le tome las manos por detrás de la espalda y mi verga se chocó con sus nalgas. Me acomode y pude sentir como entraba en ella, sentía su humedad, nunca había penetrado a nadie sin condón. La sensación de sus vellos en mi verga me parecía exquisita. —¡SÁCALA AHORA MISMO CABRON! ¡NOOO... QUIERO! —intentaba zafarse, pero yo no tenía planeado dejarla ir a ninguna parte. —Te voy a coger, solo eso... tranquila. —¡NI SIQUIERA TE PUSISTE CONDÓN! ¡ESTAS… HAAAA… LOCO… HAAAAAA… SUÉLTAME O LE DIRÉ A PAPÁ! —YAAAA! CASIII! ACABO… —¡ADENTRO NO! HAAAAA! NO ACABES ADENTRO O ME VAS A EMBARAZAR PENDEJO! Mi verga chocaba contra sus nalgas y mi hermana había dejado pelear, sus ...