1. Historia del chip 011 - Un desnudo fugaz - Kim 006


    Fecha: 02/01/2019, Categorías: Grandes Relatos, Erotismo y Amor Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos

    ... era estrellado y aunque las puntas no estaban afiladas no dejaban de molestar entre los pechos. Se acercó al espejo y el medallón se movió entre los senos, golpeándolos sin remisión. —Es un poco exagerado ¿no? — protestó Kim. Mary comprendió que lo llevaría. Conocía a su hermana. Parecía pedir permiso. Era la Kim que había surgido en la tienda, tiempo atrás. —¿Por qué? Es un simple medallón, nada ostentoso. Y original, con la sujeción en las orejas. Me gustaría regalártelo. Es más apropiado para ti. Kim quería rechazarlo, pero si Roger se enteraba… tenía un dilema. Y los lóbulos ya le dolían. —Me duelen las orejas. No creo que pueda llevarlo mucho tiempo— dijo sin llegar a objetar del todo. —Tonterías. En cuanto estés con Roger se te pasará. Y estoy segura de que estará encantado. Ven, te maquillaré. —Faltan un par de horas — recalcó Kim, pero Mary no hizo caso, luego se lo pensó mejor. —Pues pégate un baño y luego te maquillo. Lávate el pelo y perfúmate. No cierres la puerta del baño— medio ordenó Mary. Kim se apresuró a obedecer, aunque sólo fuera para escapar del efímero vestido, los tacones matadores, los pendientes y el medallón. Aunque se relajó en la bañera, el hecho de que Mary pudiese entrar en cualquier momento destruía parte del beneficio. Y poner el pestillo no iba a hacerlo. Hubiera supuesto una victoria de su hermana, que a la postre no entró. Cuando volvió a su habitación, Mary, -que había preparado todo su inventario de potingues--, espetó: “¿Qué haces con ése ...
    ... chándal sucio después del baño?” Y sin miramientos se lo quitó una vez más. Kim creyó que iba a maquillarla desnuda, pero Mary sacó una camiseta del armario. —Toma, ponte esto. Kim obedeció sin cuestionarlo, entre divertida y asustada. La camiseta era demasiado corta para cubrirla bien por abajo y no dejaba de ser similar al vestido salvo que era mucho más corta y con menos escote. Al sentarse se subió del todo dejando sus partes al aire. Iba a tratar de alargarla, Mary le indicó que no se moviese. —También cierra los ojos. Quiero que sea una sorpresa. Así que Kim se pasó la siguiente hora con una finísima tela cubriéndole los pechos mientras su vagina desnuda y húmeda quedaba visible y su culo tocaba directamente el taburete en el que estaba sentada. Ni siquiera estaba de cara al espejo sino a la entrada, cuya puerta seguía abierta. Sólo las largas horas que pasaba con Roger en situaciones parecidas, ya fuera en un bosque o en un banco del parque o en un césped de la mano de dios, permitió que se relajase. No sabía por qué, pero se sentía bien cuando los demás decidían por ella. No pudo dejar de pensar cómo estaba mostrando sus partes sexuales de forma impúdica, de manera indecente. Cuando pudo verse en el espejo, sus facciones habían cambiado completamente. Se habían agudizado. No se apreciaba el maquillaje, se apreciaba su cara, mejor definidos los contornos. Sólo había algo que destacaba por encima del resto. Sus labios pintados de un rojo negruzco a tono del vestido que ...
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