1. Afortunadamente llegó la policía: Coyote Cojo


    Fecha: 04/01/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Esto me acaba de ocurrir prácticamente, casi que estoy escribiendo aún con los mecos del policía en mi cuerpo. Después de la tempestad, vino la calma. Tengo 29 años y vivo en la capital michoacana, una ciudad insegura, como la mayoría de las ciudades de México hoy en día. Soy blanco, de 1. 76 metros, 76 kilos y 16 centímetros de verga parada, ligeramente desviada a la izquierda. Soy delgado, velludo y varonil, inter, con cabellera y barba crecida castaña, ojos oscuros y dientes derechos, nariz aguileña, pero bien parecido, según la gente. Retomando el asunto de la inseguridad es que parte mi experiencia recién vivida. Resulta que hace algunos meses estoy trabajando desde la casa, por nuevos modelos experimentales de la institución donde laboro y ayer al mediodía, mientras tomaba una siesta al mediodía, necesaria por haber estado trabajando en la computadora desde la madrugada, me despierta la señora que hace el aseo en casa, gritando desde el patio de servicio "Maestro, maestro, hay alguien en la casa del vecino, se les metió un ratero (ladrón). " Desperté y fui con ella a observar desde la azotea donde ella acomodaba ropa cuando vio en el patio de los vecino al delincuente. Yo nervioso por el exabrupto le grité a sus perros y no reaccionaban, no ladraban. Así que llamé a los vecinos por teléfono y a la policía. Después de algunos minutos llegaron las patrullas y de inmediato uno de los vecinos, que les abrió la casa a los oficiales para que entraran. Desgraciadamente ...
    ... habían robado algunos objetos de valor de la familia y los ladrones ya no estaban. Salimos, la señora de servicio y yo, a declarar lo respectivo, ya que ahí mismo el vecino levantó la denuncia y nos pidieron testimonio. Regresamos a la casa y le dije a la señora que se tomara libre el resto del día. La acompañé a la puerta y se marchó. Ahí me quedé yo de curioso porque había muchos policías y patrullas más. Estaba yo aún parado en la puerta, al igual que ya también muchos otros vecinos y de repente noté a un oficial muy joven y atractivo que observaba y se me acercó directamente a preguntarme si yo les había llamado y al contestarle se mostró muy atento y decía cosas como "Le recomiendo que cambié su chapa por una tipo equis para mayor seguridad. " y "Sería mejor si su ventana estuviera orientada en otro sentido. " En fin, recomendaciones para estar menos expuestos a los delincuentes. Él es de 1. 70 metros, aproximadamente, moreno claro, lampiño y de rostro redondo, pero muy bien parecido, así como ojos claro. Delgado, seguramente de talla 28 o 30 y unos 68 kilos. Entre 28 y 30 años de edad. Tremendamente atento y educado, con manos pequeñas, pero una imponente arma larga pendiente desde su hombro. El chaleco de su corporación se hacía verse bien fornido. El corte del pantalón, sus botas, el cinturón y los elásticos que ajustaban la funda de la pistola a su cuerpo le acentuaban tremendamente las nalgas y el bulto. De esas veces que uno quisiera llenar sus manos de esas carnes, de ...
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