1. Afortunadamente llegó la policía: Coyote Cojo


    Fecha: 04/01/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... que cubría las insignias de su uniforme. Le invité a pasar y a que se sentase en el sofá, le ofrecí whisky o mezcal y respondió negativamente estando cabizbajo. "¿No quiere?" le repliqué sorprendido. Pero dijo "no es eso, lo que pasa es que no quiero incomodar; su esposa debe estar en la recamara esperando que haga mi trabajo y me marche". Sonreí y le dije "no es así, le dije que nadie se molestaría en casa porque nadie más que yo vive aquí, puede sentirse relajado y como en su hogar, Rodrigo, por cierto, ¿puedo tutearlo?" Con otra actitud, incorporó la cabeza y dijo en tono afable y más abierto "siendo así, tomaré la palabra, prefiero el mezcal y la comodidad que tú traes con esa ropa" y se carcajeo. Hablábamos mientras yo me le acercaba con el mezcal, un par de caballitos, sal, chile y naranja para beberlo y le dije "adelante, yo te entiendo perfectamente, no uso uniforme pero sí traje para trabajar y cuando llego a casa, lo primero que hago es desnudarme para descansar, te presto un short mío y una camiseta para que descanses mejor". No se lo creyó o le incomodó y respondió "no, cómo crees, era broma, qué pena me daría ensuciar su ropa y dejarla sudada" mientras también se carcajeaba nervioso. Rodrigo me resultó encantador, tenía un carisma imponente y yo estaba sintiendo una fuerte tensión sexual en la atmósfera. Me aparté de la sala sin decir a qué ni a dónde y volví de mi habitación con un short o pantalón corto, una camiseta, un par de sandalias y una toalla. Le dije ...
    ... "en serio, mira, aquí está la ropa y si te incomoda mucho tu condición, también te traje toalla, para que te duches y ten por seguro que nadie nos molestará. " Bebimos un par de caballitos o copas, cada quien y mientras hablábamos de trivialidades, se levantó, tomó las cosas que le había llevado y dijo "te voy a tomar la palabra y me asearé". Mientras se marchó al baño yo preparé sándwiches para invitarle un bocado ligero. Yo también ya estaba ideando cómo insinuármele sin que se ofendiera o indignara. Salió más relajado y fresco. Qué tierno se veía despeinado. Cuando se aproximó con mi short y camiseta aún secándose el cabello y volvió al baño cuando le indiqué dónde encontrar cremas y lociones para acicalarse. Volvió a la cocina donde le esperaba, comimos y platicamos de mil cosas como la inseguridad de mi barrio, los asuntos de nuestros trabajos, los deportes que nos gustaban o la música, poniendo ejemplos del youtube. Durante buen rato hablamos de libros pues había muchos en mis paredes y reconoció algunos títulos que había leído. Hablamos de esos y otros que le interesaron. Había estudiado derecho y al haber pocas opciones entró a la policía, estuvo viviendo con una chica que conoció en la adolescencia pero estaba separado y su hijo de 15 años vivía con la mujer. Él tenía 32 años. Se veía más joven. Y mientras esto pasaba, nos acabamos la botella de mezcal. Terminamos sentado en el mismo sofá y me dijo "en el trabajo soy amigo de varios como tú". "¿Tienen muchos libros?," ...
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