1. Historia del chip (042): Terapia (Kim 017)


    Fecha: 04/01/2019, Categorías: Grandes Relatos, Dominación Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos

    ... ajustado pero tan liviano que se alejará si te mueves con suficiente velocidad. Los pechos te quedan perfilados y tus pezones son obvios. Su forma al menos. No se ven. No es un vestido trasparente o traslúcido. Tiene un agarre al cuello, además de los de las caderas. De hecho, son dos telas independientes. La delantera va creciendo en anchura para tratar de esconder los pechos, aunque no llegar a asomar a cada lado, salvo si la tela se despega, en cuyo caso, se ven sin demasiado esfuerzo. Pero tú no deberías notar si el tejido está pegado. Kim asintió con la cabeza. Era endiabladamente sexy. Ni siquiera sentía algo puesto salvo por el contacto metálico en el cuello y el ligero peso del vestido, más por el metal que llevaba en las caderas. Angelina fue a la casa y no tardó en regresar. —Lo había olvidado. Tiene un cinturón negro para la cadera o la falda estará todo el tiempo alejada de tus piernas al andar. Te lo engancharé bien abajo aunque si no tienes cuidado puede que se te mueva a la cintura. Esto sí que lo sintió. Angelina lo colocó algo inclinado hacia el lado izquierdo. Le indicó que caminase de un lado a otro. Kim supo que descubría los pechos y las nalgas al andar. Tanto por las miradas de madre e hija como por simple lógica. Los pechos vacilaban y las nalgas oscilaban de lado a lado. Por la exigua parte trasera el tejido caía inclinado hasta la mitad del culo y luego verticalmente. En esa zona, Kim sentía como se despegaba y volvía a contactar. La sensibilidad de ...
    ... su culo era algo muy apreciado por Lin, que llegaba a usar plumas de diferente grosor y la obligaba a adivinar cuál era. Kim imaginó que al cabo de unos minuto la piel se acostumbraría y ya no podría saber si se alejaba el tejido. Angelina le colocó unos pendientes de aro. Pesaban bastante. Se explicó de nuevo: “Están bañados en oro. El interior es de plomo. A lo mejor te duelen los lóbulos dentro de un rato. Lo mejor es que trates de no mover mucho la cabeza. Ahora cierra los ojos y abre ligeramente la boca. Te maquillaré un poco.” No tuvo oportunidad de saber cómo quedó su cara. Angelina cerró el kit mucho antes de que le fuese permitido abrir los ojos. Mariona se había cambiado y lleva un conjunto rojo. Falda larga y plisada con botas altas. El top ajustado mostraba su pecho por un ligero escote frontal. Un collar de artesanía era el único añadido. Discreta y elegante. Bueno, ella también estaba elegante, pero no tan discreta. Mariona sacó el coche, mientras Kim esperaba en la acera, al otro lado de los setos. Se había despedido con una genuflexión y un giro completo. Antes de salir, Angelina había ido corriendo a buscar un bolso que hiciera juego. Negro y minúsculo, sin correa. Estaría obligado a sujetarlo. Le hubiera gustado tener las manos libres, nunca se sabía. Las pinzas y el móvil todavía estaban en la casa, a nadie se le había ocurrido en toda la noche sacarlos. Otra vez Angelina reaccionó antes que su madre y fue a por ellos. Kim notó como aumentaba su humillación ...
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