1. El cuñadito


    Fecha: 20/10/2017, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    ... regalo de mis abuelos, no es muy grande, pero tiene un lindo parque delante y detrás y un quincho enorme y espectacular al fondo, separado de la casa por el parque. En el quincho tengo la parrilla que no falta en la casa de ningún argentino, el horno pizzero, mesa como para 20, baño, cocina, el futón donde seguro David alguna vez se había cogido a mi hermana, y la pantalla plana de 46, todo preparado como para comer un asadazo con los amigos mirando a Boquita. Llegamos, las chicas al baño y nosotros al quincho a preparar la picada mientras levaba la masa. Apenas entramos, arrinconé a David contra la pared y comencé a besarlo mientras mis manos lo rodeaban y recorrían su cuerpo. David casi no respondía a mis caricias, su boca estaba fría, como boca de prostituta que besa por obligación. David estaba arrugando. -¿Que te pasa? - No se, no se que me pasó esta tarde, yo. . . ,yo no la voy con eso-. Por dentro pensaba, si este arruga lo violo, cosa que seguro no iba a hacer, pero tenía que hacer algo para que no siguiera bajando. Puse mis manos en sus mejillas y lo comencé a besar suavemente. -Tranquilo Davi, no te censures-, le decía mirándolo a los ojos. -Yo ya pasé por esto y no me arrepentí de haberme decidido (mentira, ya saben mi historia, pero caía bien para la situación). Se quedó pensativo un rato que me pareció un siglo, luego, cerrando los ojos abrió sus labios como para recibir los míos. Bingo! Nos besamos amorosamente. Rodeé su cintura con mis brazos y seguimos así ...
    ... largamente, nuestras lenguas recorriendo cada rincón de nuestras bocas, unidas y palpitantes, sin tocar nada más, sin siquiera tomar nota de nuestras pijas que ya abultaban debajo de los incómodos jeans. Nos devolvió al mundo el ruido de la puerta de casa, de bisagras bien oxidadas, que indicaba que venían las chicas (porque no engraso los ejes, me llaman abandonao. . . ). De inmediato corrimos a la mesa a cortar rodajas de salamín y a discutir acaloradamente sobre los últimos dichos de Riquelme. Me encargué de preparar los tragos, coca con fernet para las chicas, con el doble de fernet del habitual, total, el dulzor de la gaseosa disimula todo y Gancia con fernet para nosotros. Después de un buen rato vino la pizza y con David nos ocupamos que las nenas tomaran mucho de ese blanco dulce que entra fácil y se sube rápido. Logramos el objetivo, a los 10 minutos de la sobremesa las chicas se caían de sueño. Las llevamos a la única cama de mi casa y nos quedamos cinco minutos en la cocina para verificar que estuvieran fritas. El éxito fue completo, mi mujer y mi hermana estaban dormidas como piedra. A los bifes entonces. Volvimos al quincho y allí empezó todo. Lo apreté contra mi cuerpo y empecé a romperle la boca, su reacción no se hizo esperar, su lengua entró en mi boca y, como si fuéramos dos mantis, comenzamos a devorarnos. No sé ni como hicimos para desvestirnos, pero los trapos volaron sin dejar de besarnos y en instantes nuestras pijas se entrecruzaban y nuestros cuerpos ...
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