1. El fin de semana desvirgué al primo de mi n


    Fecha: 21/10/2017, Categorías: Anal Sexo en Grupo Tabú Autor: aliciawonders, Fuente: xHamster

    ... había confinado todo trozo de hielo. Claro que yo sólo escuchaba, Mariano hacía lo mismo por su parte y Evant seguía drogándonos con su divagación báquica.Entre preguntas, respuestas y frases sueltas, Evant ya le había dicho algo de lo que se pretendía esa noche, aún con la sutileza que se requiere para no perturbar susceptibilidades. A lo que Mariano respondió: “Si lo supuse, pues desde que Alicia llamó, ya se me hizo raro”. También añadió: “además esto del colchón…y le dio risa nerviosa.”El tiempo tenía poca importancia en esos momentos. Cuando me di cuenta, Evant dijo: “Entonces qué, ¿Vamos a dormir?” Y no me van a creer esto, pero Mariano asintió, y en seguida sacó de su morral ¡un pijama! Y continuadamente y deprisa se cambió allí mismo, vistiendo esas prendas que revelaban aún más de su persona. Y yo definitivamente volví a confirmar que estábamos ante un hombre niño, lo cual prendió en mí, pensamientos pervertidos.Yo fui a ducharme, mientras ellos apagaron la luz, dejando la habitación con una única fuente luminosa, la de la televisión encendida. Duré sólo un par de minutos en la regadera, y vestí lo que previamente había preparado, una camisa blanco perla, que alcanza a cubrir mis nalgas, y debajo, unos cacheteros de encaje violeta que vuelven loco a Evant. Me vestí rápido y salí del baño. Tomé un par de bocanadas de aire, para calmarme un poco, pues los nervios habían subido de nuevo, alcanzando picos portentosos. Quería y no quería entrar a la habitación, siempre ...
    ... es difícil una primera vez, sea lo que sea que trate la cuestión. Tomé un respiro más y fui entrando a la habitación aparentando tranquilidad todo lo que pude. Y dije tontamente: “¿Qué hay de bueno en la tele muchachos?” Y Evant respondió: “Nada, están pasando kama-sutra, esa aburrida película que no pasan ni una teta”. Pero yo estaba allí, acercándome al colchón, con esa ropa reveladora que me tenía nerviosísima, sabiendo que me iba a meter justo en medio de los dos primos, en ese colchón armado apenas, que aún “remendado” y todo, aún era muy estrecho. ¡Dios! ¡Qué momento más difícil y al mismo tiempo atravesado con hilos traviesos!” Mariano por su parte, con su ingenua caballerosidad, trataba de no verme, si es que eso era posible con todas mis formas voluptuosas interponiéndose entre él y la pantalla de televisión, ¡yo pasando por encima de él, y metiéndome entre las cobijas, quedando todos apretujados! Yo dibujaba una sonrisa en mi rostro, tratando de ocultar mi nerviosismo, y Evant realmente tranquilo a mi derecha. Esa es la estampa que quedó allí, por un momento de dos minutos eternos, en los que nada se dijo, sólo nosotros tres viendo esa película en la que no pasan las tetas suficientes que los hombres quisieran ver.Evant, sintiendo esa obvia tensión, mintió: ¡No! ¡Qué película más mala! Amor, busca algo más, a ver si hay algo realmente bueno. Mariano sólo accedía a pronunciar nerviosas risitas, y yo tomando el control remoto de las manos de Evant, empecé a cambiar ...
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