1. Un Maduro Mecánico


    Fecha: 22/10/2017, Categorías: Gays Autor: micboc, Fuente: xHamster

    ... esa manera de follar que tienes es la ostia. . . ". Se puso a comerme polla y huevos pero yo no podía más, le pedí que parara. "Bueno, Jose, pues chupamela antes que nos vayamos o me hago una paja". Empezó a tocarse su pene y con pocos meneos lo puso duro y grueso, con un color carne vivo que indicaba que su excitación crecía. Se acostó en el asiento con las rodillas dobladas y se pajeo un poco, pero ante aquella vista y después de lo que me había hecho gozar cogí su polla y me la metí hasta la garganta en mi boca, "Eso es, Jose, chupamela como tu sabes",Durante un buen rato estuve descansando, comiendo polla y huevos, degustando. Cuando se iba a correr Bartolo me avisó que le apretara fuerte el glande mientras él cogía un pañuelo de papel del bolsillo de su camisa, pero viendo su intención no lo dejé y me la lleve a la boca acabando de masajearla sin hacer caso de su negativa: estaba decidido a tragarme toda aquella leche. Bartolo se estaba corriendo dando espasmos, y note los borbotones de semen que entraban en mi boca. Intente tragarlos pero en menos de un segundo mi boca se había llenado, y es que Bartolo estaba teniendo una corrida de huevos, no paraba de echar leche, tuve que dejarla salir por la comisura de los labios, y al acabar tenía toda mi boca llena entre leche y polla y le había puesto a Bartolo los pelos de polla y huevos todos pringados. Él estaba rojo como un tomate y los ojos también le lloraban, ...
    ... le había encantado.Bartolo se quedo callado y reposando mientras yo acababa de comer el semen de sus pelos y bajo vientre, intentando dejarlo lo más limpio que podía. Nos miramos, nos sonreímos, le di un abrazo y un beso largo y nos dispusimos a vestirnos."Estos calzoncillos están para tirarlos " oí decir a Bartolo refiriéndose a sus slip que chorreaban de sudor y sucios, con fuerte olor. Se puso solo los pantalones pero al ver que quería tirar los calzoncillos le detuve: Quería quedarme con aquel tesoro para mí.Bartolo sonrió y nos besamos de nuevo por ultima vez. El viaje de vuelta a mi casa acabó y tras dejarme Bartolo me dijo que dentro de dos días tendría el coche listo, que pasara a recogerlo por la tarde y no tuviera mucha prisa en volver a casa. Complacido pasé todo el día siguiente pensando en él, haciéndome pajas como un loco, deseando que llegara el jueves tarde. Cuando al fin llegó el día, me dirigí en el bus hasta la parada más cercana al taller, y andando llegué hasta él justo cuando pasaban cinco minutos de las nueve, a tiempo de ver como los ayudantes se marchaban. . . El reencuentro con Bartolo fue genial, baste decir que cerramos el taller y nos fuimos a su campo, a cinco kilómetros de allí, a pasar una noche maravillosa. . . pero eso es ya otra historia.La amistad con Bartolo ha ido creciendo desde entonces, somos buenos amigos.No nos vemos a menudo, una o dos veces al mes, pero sabemos aprovecharlo 
«12...4567»