1. Afortunado


    Fecha: 05/02/2019, Categorías: Infidelidad Voyerismo Autor: XAVIA, Fuente: CuentoRelatos

    No recuerdo nada del accidente. Tampoco sé en qué día vivo. Pero me han dicho que he estado en coma más de dos meses, setenta y dos días exactamente, y que tengo daños irreparables en el cerebro que limitan en más de un 95% mi movilidad, además de afectar a mi capacidad para hablar. Afortunadamente, me han dicho, los daños no han afectado a la parte cognitiva, así que comprendo todo lo que me dicen y, en un período de tiempo que será largo y con la gimnasia físico-mental adecuada, podré recuperar parcialmente mi aparato motor, así como la capacidad de hablar. ¡Afortunadamente, han dicho! Sí, he tenido mucha suerte. No puedo verbalizar ningún vocablo, algo que aprendí a los pocos meses de llegar a este mundo, y soy incapaz de rascarme un brazo si me pica, de hurgarme en la nariz si me sale de los cojones, ni de agarrarme la polla para mear. Pero he tenido mucha suerte, porque mi cerebro sigue trabajando como siempre, podía haber quedado como un vegetal, me han explicado, y gracias al esfuerzo de mi órgano superior que no podrá repararlo todo pero algo podrá remendar, el resto de mi cuerpo podrá obedecer sus órdenes por lo que tarde o temprano dejaré de ser una puta lechuga para convertirme en… un arbusto, tal vez, que mece las ramas o un girasol, capaz de girar el torso. Así me encuentro cuando vuelvo al mundo de los vivos. Como si esto fuera vivir. He sido afortunado, dicen. ¿Qué sabrán ellos de ser afortunado? Afortunada era mi vida hasta hace dos meses. Aunque no ...
    ... recuerdo nada del accidente ni de las horas previas, no sé cuántas horas o días han desaparecido de mi memoria, sí recuerdo perfectamente cómo era mi vida antes de verme postrado en esta cama de hospital privado. Estaba casado con Lola, una mujer atractiva, apasionada, hija de un industrial importante de la ciudad, que comía de mi mano y bebía de la fuente que le pusiera delante, ya me comprendéis, además de serme muy útil en las relaciones sociales pues es el mundo en el que se ha criado. Tenía mi propia empresa, la sigo teniendo pero si la dejo en manos de mi mujer, Carlos, mi socio, aprovechará la escasa experiencia de mi esposa para hacer con ella lo que le dé la gana. Con ella me refiero tanto a Lola como a la empresa, así que puedo quedarme sin compañía en un santiamén, no sé si también sin compañía femenina. Pero el trabajo no lo es todo en esta vida, así que estaba a la espera de recibir el Maserati GT plateado que encargué cuando me harté del Audi R8 blanco que he conducido este último año. Dice Lola que ya lo tenemos en el garaje, pero es evidente que la afortunada que lo conducirá será ella. También recuerdo perfectamente las tías con las que me he liado. Será por estar postrado en esta cama, pero soy capaz de rememorar con una nitidez extraordinaria, ya no las caras de las chicas, algo que suelo olvidar a los pocos días, si no olores, sabores, sonidos. Y os aseguro que han sido unas cuantas durante los últimos meses. Una mulata norteamericana que la chupaba de vicio, ...
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