1. Química y Arquitectura


    Fecha: 22/10/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... acariciándome y posiblemente hasta me dio sexo oral, antes de despertar. Me intenté incorporar, pero él me siguió acariciando y mejor me quede cómodamente sentado. Ya más tranquilo le volvía a preguntar qué estaba haciendo y ahora si me contesto que quería perder su virginidad conmigo. ¡Ah caray!, siempre había querido eso y ahora que era casi realidad lo negué. Le dije que estaba acompañado, pero me aclaró que vio salir al cuate con el que me quede, posiblemente tenía frio y se cambió de habitación. Aldo se dio cuenta y fue cuando decidió irme a buscar. Ante su propuesta me quede pasmado. El ambiente era tranquilo y privado. Un joven deseable, con un cuerpo estético y fino me ofrecía sus nalgas, que tanto me llamaban la atención y yo no sabía que contestar. Pinche impresión que debí haber causado. La causa de esa incertidumbre era la amistad de Felipe y así se lo expresé. Es tu hermano, imagínate que se entere, como nos vamos a sentir los tres. Él me dijo que él no diría nada y todo dependía de mí. Me seguía acariciando el pene y los testículos y yo estaba gozando esa caricia y seguía sin saber que contestar. Finalmente se impuso la amistad y le pedí que me perdonara pero no podía seguir con esa situación estando de por medio su hermano. Se levantó y me dijo que me arrepentiría, no en el sentido de amenaza, sino por el momento mágico que había dejado ir. ¿Saben qué?, tenía razón. El siguiente lunes nuevamente en la escuela iniciamos nuestra rutina. En la mañana tuve clase ...
    ... con Felipe y parecía todo normal. A eso de medio día coincidí nuevamente con él en otra clase y cuando termino nos pusimos a platicar. Sin preámbulos me comentó que Aldo lo puso al tanto de lo ocurrido el sábado anterior. Yo trague saliva y me puse muy nervioso, pero me dijo que se sentía honrado por la amistad. Y nuevamente sin preámbulos me dijo ¡cómo eres pendejo!, te lo hubieras cogido. Me quede sin habla. Le dije, ¡oye es tu hermano! Y me contestó con una realidad que llevo presente; pues sí, pero es una persona con necesidades que están más allá de la familia y no por eso deja de ser mi hermano ni lo voy a dejar de querer. De haberlo sabido… Me dedique a buscar a Aldo, y para mi sorpresa, bueno en realidad no era sorpresa, pues yo lo había rechazado, ahora él se alejaba, era frio y cortés, como normalmente nos comportamos con los extraños. Pasaron vario meses, en lo que yo también deje de buscarlo y tenía razón de portarse así conmigo. Perdí la esperanza de un encuentro. Cuando descubrí que yo era bi, me relaciones con varios compañeros y compañeras con la misma orientación y me la pase muy bien. Hasta que en una de tantas reuniones me encontré al añorado Aldo. Nos saludamos de muy buena manera y conversamos largo rato de cualquier cosa. El regreso con las personas que acompañaba y yo con los míos. Cuando llego el momento de despedirnos, me busco y me dio un abrazo muy significativo y me dijo al oído; te sigo esperando ¿ya estás listo? Yo soy ligeramente más alto que él, ...