1. Mi experiencia Erasmus, una fantasía hecha realidad


    Fecha: 23/10/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... el resto de compañeros tuve incluso más conversación, pero la energía de Pedro era diferente. No me equivocaba, solo tuvo que pasar una semana y ya echábamos algunas tardes conversando y cerveceando en el salón después de salir de currar (Sí, currar. También existen las prácticas de Erasmus). Podíamos hablar de todo tipo de temas, con más o menos profundidad, algún intercambio de batallas personales, vivencias del día, el tiempo, el precio del pan y ¿cómo no? de sexo. Uno de mis puntos fuertes en las conversaciones de sexo, aunque solo por ver las caras desencajadas que se les queda al resto, es hablar de mis tríos y cuartetos; nada extraordinario, pero si me conocieras en persona sabrías por qué lo digo. Sin embargo, esta vez había una cierta "igualdad de condiciones". Pedro también tenía muchas experiencias locas que contar, todas ellas al detalle (como debería ser siempre que se habla de sexo). Yo ya sabía en dónde me estaba metiendo... No lo voy a negar, esto se acabó convirtiendo en una rutina, la cual estaba siempre deseoso de repetir. Cada tarde o noche de colegas entre compañeros de piso se hacía más interesante y entretenida, con música, cervezas y algo de hierba para fumar (yo solo fumo en ocasiones especiales). Os preguntaréis qué hacían el resto de compañeros de piso, pues la verdad es que a mí no me importaba entones, ni tampoco ahora —sigamos—. La verdad es que no esperaba llegar a estas confianzas en tan poco tiempo, pero digamos que "su aura" lo hacía todo ...
    ... más fácil. Después de algunas semanas repitiendo nuestro ritual, empezamos a salir de fiesta juntos, a compartir otras aficiones los fines de semana, dar algún que otro paseo, sentarnos en alguna terraza a tomar cerveza, preparar comidas, etc. Me daba cuenta que sentía algo más que amistad por él, pero no sabía si necesitaba un poco de cariño o quería satisfacer una fantasía sexual. Para mí se estaba convirtiendo en una obsesión, necesitaba salir de dudas. El único "problema", que era heterosexual. Para mí nunca ha supuesto realmente un inconveniente, ya que había tenido experiencias con personas que se auto-consideraban como tales. Tras algunas semanas en las que no coincidimos mucho (ambos muy estresados con nuestros trabajos) volvimos a reunirnos un viernes en el salón de casa. Todo iba como siempre, hasta que yo solté una pregunta, con cierta picaresca, sobre otro tipo de experiencias sexuales. De repente, se hizo el silencio. Tras unos segundos que parecían eternos, sonrió y me dijo: "¿te refieres a experiencias con tíos?, a lo que respondí: "Bueno, por ejemplo". Volvió a sonreír. A partir de aquí ya os podéis imaginar como continuaba..."¿yo? que va. A ver, no tengo nada en contra, tengo muchos amigos gays, pero no sé, nunca me ha entrado la curiosidad, pero tampoco diré que nunca pueda probarlo, no sé... Antes de todo esto, nunca le hablé explícitamente sobre mi condición sexual, aunque por algunas de las conversaciones anteriores que tuvimos supuse que ya lo habría ...
«1234...»