1. Soy la puta de mi ahijado (VI)


    Fecha: 12/03/2019, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: amadecasamari, Fuente: CuentoRelatos

    ... habitación para entrar ya en el baño que tenemos en ella, Manolo me agarró diciéndome: “¿Vas a mear?” Yo le contesto: “Sí, tengo bastante ganas y ya no me aguanto más.” El sonriéndome me contesta: “¿Por qué ir hasta el baño? Hazlo aquí.” De repente todos se animaron y empezaron a jalearme para que orinara allí mismo en el suelo delante de ellos, pues decían que era muy excitante ver a una mujer orinando. No sé porque lo hice, quizás por el estado de excitación en que me encontraba o no sé porque, el caso es que me agaché, me puse de cuclillas, y empecé a soltar mi chorro. Ellos me miraban fascinados y lujuriosos, incluso mi ahijado, mientras yo soltaba mi chorro de pis sobre el suelo, salpicándome los pies y las piernas. Entonces Manolo se acercó donde yo estaba en cuclillas meando. Se agarró su polla con la mano, apuntando hacía mi cuerpo y comenzó a mearse encima de mí a la vez que me decía: “Al verte orinar y por las cervezas que he bebido, a mí también me han entrado ganas de mear”. Yo entonces soltando un grito le dije: “¡Oh que haces! no seas guarro vamos aponer todo perdido y me da asco, nunca nadie se ha meado encima de mí, no seas guarro” Los demás al verle, vinieron corriendo donde estábamos y se pusieron también a mearme y gritándome: “Abre la boca puta guarra, meona de mierda, abre la boca y siéntate en el suelo sobre tu propio meado”. Yo hice lo que me decían (que remedio, si no quería contrariar a mí querido y amado Raúl), abrí la boca y recibí sus meados en mi ...
    ... boca y por todo mi cuerpo, cuando empecé a dejarlo caer y no tragármelo, fue mi ahijado el que me dijo. “Maribel no está bien que no te tragues este líquido tan bueno que te estamos ofreciendo, por favor trágatelo todo, no quiero que dejes escapar ni una gota, entendido mi puta” Haciéndole caso abrí más mi boca y comencé a tragar los orines de todos ellos, al hacerlo me daban arcadas, pero aguante hasta que el último dejó de echar su orín sobre mi cuerpo. Cuando terminaron me dejaron allí bañada y chorreando sobre un charco de meados y cuando me iba para el cuarto de baño a duchar me dijo Raúl: “No mi querida madrina, eso lo harás cuando hayamos acabado y tus clientes se marchen, mientras tanto debes de seguir atendiéndolo y entregándote a todo lo que ellos te pidan y quieran, para eso te pagan”. Yo me iba a dirigí a la cama y me tumbe de nuevo sobre ella, mojando por completo todas las sabanas e incluso el colchón. Luego me pusieron a cuatro patas y de nuevo dos veces todos volvieron a pasar por todos mis agujeros incluido en esta ocasión mi querido ahijado. Yo cuando acabaron, eran las tres y media de la tarde. Me quede tumbada boca abajo en la cama, no quería moverme, aunque seguía muy caliente y mi coño me ardía aparte de dolerme, pero quería que ellos ya se fueran y quedarme solo con Raúl, quería a hora aprovechar que mi marido no volvería en toda la tarde y llegaría muy tarde por la noche para amarnos los dos solos y entregarme por completo a él y ser solo suya. Ellos ...