1. Amor por los perritos callejeros


    Fecha: 23/03/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... cuando corrió en dirección al otro sujeto que se quedó como a dos cuadras tirado en la calle y los dos huyeron, para que nunca los volviera a ver. A mí siempre me han gustado los perros, pero nunca me dejó mi mamá tener uno precisamente porque nuestra casa no tiene patio y el perro seguramente andaría en la calle, con los perros que normalmente circulan por esas calles y por eso mi mamá nunca nos dejó tener uno, aunque como mencioné antes trataba a los perritos callejeros de esa zona (al menos a los que se dejaban) imaginando que eran míos, incluso a los que veía mas seguido les daba nombres. Entré a mi casa, me senté y tardé al menos media hora en recuperarme del susto, consideré escribirle a mi mamá, mi hermano y mi novio al respecto, pero mi hermano estaba trabajando en uno de sus proyectos y volvería en dos días y mi mamá volvería hasta mañana porque se fue con su novio y mi novio se iba a pone histérico, así que como ya había pasado todo me calmé, obviamente lloré un rato por el susto y agradecí a dios que no me pasó nada. Me di un buen baño y me asomé a buscar a mis héroes. Logré reconocer a dos de ellos, que son de los que les pongo nombre cuando los veo muy seguido por ahí, "manchas", un dálmata, mezclado con algo mas que no sabría distinguir y "el negro", un labrador negro (obviamente) que siempre quise adoptar, pero mamá no me dejaba y otros dos de raza "corriente" (así le llamamos a los perritos mestizos, de raza indefinida) pero casi tan grandes como "manchas" y ...
    ... "el negro". Los cuatro estaban hurgando en la basura que estaba en la esquina, los llamé, los acaricié y jugué con ellos un rato, les agradecí lo mas que pude, y saqué unos huesos del pollo rostizado que comimos el día anterior, y unos panes que había por ahí, quería darles más, pero mi mamá me mataría si llegaba y no encontraba el jamón y la carne del refrigerador. Sintiéndome mal por no poder darles más y mejor comida a mis héroes los seguí acariciando y dándole las gracias. Traía puesto un short y una playera sin mangas, ropa cómoda aprovechando que no había nadie en la calle (ni para ayudarme cuando lo necesité). Cuando se terminaron todo me buscaban, queriendo mas, "Lo siento, se me acabó ya todo", les decía mientras los acariciaba. Me senté en la banqueta frente a la entrada de mi casa, para seguirle dando atención a mis héroes, que en ese momento me parecían los perros con mejor pedigree del mundo. Ellos se me acercaban, me movian la cola, me acercaban su hocico y se tallaban conmigo, y aunque olían un poco mal no me importaba, "puedo volverme a bañar" pensé. Entre los juegos uno de ellos me lamió las piernas, otro uno de mis brazos y me empecé a reír por las cosquillas, los empujaba suavemente, jugando con ellos y en eso uno de ellos me lamió la oreja, introduciendo su lengua y lamiendo detrás de ella, lo cuál me gusta mucho, es una de mis debilidades, lo dejé que siguiera, pues me gustaba, pero ningún pensamiento sexual había atravesado mi mente aun. Me empezó a hacer ...
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