1. Chanquete el mecánico


    Fecha: 14/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: murgis, Fuente: CuentoRelatos

    ... Chanquete, se puso detrás de mí, sentí su respiración agitada, yo sentí un escalofrió en mi espalda, y le dije, no Chanquete, ya me voy, mi marido me espera, se va a enfadar si no llego, es muy tarde, mejor llévame a mi casa, además tu mujer va a despertar y que va a pensar. Esa vieja duerme toda la noche, nunca se despierta me dijo. Yo me quise mover, pero él me había puesto sus gruesos brazos sobre mi cintura, no te vayas Amalia, no te voy hacer nada que no te guste, mientras suspiraba oliendo mi fino perfume. Pude sentir su aliento alcohólico que resollaba sobre mi cuello. Volví a repetir, no Chanquete, déjame irme, que me quiere hacer, pregunte. Pero él, de repente me apretó con su grueso y gordo cuerpo sobre el escritorio y pude sentir un bulto, en mi culo, que empujaba fuerte, yo me estremecí, la temperatura subió y lo único que se me ocurrió fue gozar ese momento, entonces aparenta querer salir de esa situación, por lo que movía el culo, mis nalgas, las subía y las bajaba, hacia un movimiento circular, mientras mis manos estaban reposando en el escritorio y los brazos y manos de él, me había cogido de la cintura, hasta que una de sus manos, se metió bajo mi falda, agarrando uno de mis cachetes. Mmmmm, que redondo y abultado tienes el culo Amalia, es divino, no aguantaba más, y le dije, no por favor respétame, soy casada y tú, una tontería porque ya sabéis como soy, además no tarda en llegar el taxi. Que espere, quiero disfrutar este momento, y continuaba ...
    ... acariciándome mis nalgas, jugaba con el liguero, su boca, besaba mi cuello y parte de mi espalda. Mientras yo aparentaba tratar de liberarme, haciéndome la dura él seguía, apretando mi cintura y con la otra mano, acariciaba los muslos de mis piernas, creo que no lo podía detener y le dije, suéltame por favor, o voy gritar en estos momentos, respondiendo, grite, porque el taxi no va a venir, ni mi esposa y mis hijos están aquí, se fueron a casa de mi suegra. Al decirme eso mi excitación creció, al saber que si no hacía otra cosa, terminaría follada por la polla de un viejo que me llevaba unos años. Pero aun así no podía entregarme así de fácil, porque podría pensar lo peor el mecánico amigo de mi marido, así que aparente poner resistencia, diciéndole, déjame irme, por favor, no me apriete tanto, lo que me dio oportunidad quedar frente a él, pero que aprovecho para con dificultad besarme en la boca. Mmm que rico Amalia, que boquita tan rica, que cara de ángel, que hoyitos bonitos se le hacen en sus cachetes, mientras su lengua se metía en mi boca y mis manos aparentaban empujarlo. Yo la verdad, estaba súper cachonda, mi cuerpo más alto que él, sobre todo por las zapatillas de tacón alto, estaba pegado y podía sentir su trozo de polla como estaba crecido, que parecía reventar su pantalón que afortunadamente no estaba sucio de grasa. Con temor, baje una de mis manos, pero me sorprendí, porque, en ese momento sentí, el bulto, escondido bajo su pantalón, estaba duro, muy duro, sin más se lo ...