1. No que no


    Fecha: 15/04/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    ... m*****aba que se dijera algo malo del Jefe de personal. Aquello le levantó sospechas.“¿Por qué defendía a ese tipo? ¿Acaso le gustaba?” Ese pensamiento horadó su juicio a lo largo del día, mientras continuaba reparando el equipo de la fábrica.Por su parte, Trini cumplía con su jornada laboral bien metida en su quehacer hasta que:—¿Qué tal Trinidad, cómo te va? —dijo una voz masculina sobre el hombro de la trabajadora.Trini volteó y, mirándolo cual alto era, vio al Jefe de personal justo a su lado.El hombre estaba bien proporcionado. De varonil aspecto, más joven que ella, su sola presencia producía reacciones químicas en el cuerpo de la mujer quien no lograba comprender aquello. Apenas si cayó en la cuenta de que su corazón se le aceleraba.—Pues bien Don Beto —le respondió bajando la vista.—Oye. Ya casi es hora de comer y me preguntaba si aceptarías acompañarme. He notado que tu esposo y tú no siempre comen juntos y hoy está muy atareado. Parece que podemos acompañarnos. ¿No te parece?—Pues sí pero yo, pues... lo esperaré.—Anda, no me desaires. Si quieres, después de acompañarme, lo acompañas a él. Yo te cubro y así tendrás dos horas de comida en vez de una.Dado el carácter de Trinidad, al final no pudo negarse más. Por fortuna, en efecto, Gumaro estaba tan ocupado que no vio a su señora saliendo acompañada del Jefe de personal.Sánchez Medina la llevó a un restaurante bastante agradable. Trini, acostumbrada a comer en el humilde mercado cercano, salió completamente de lo ...
    ... convencional. El lugar se veía de buen gusto; limpísimo y hasta tenía música en vivo. Los alimentos a la carta eran de considerable precio pero su acompañante le aclaró que él pagaría la cuenta.Trinidad se sintió extraña allí. Tuvo la sensación de estar siendo cortejada por un pretendiente que se esforzaba por complacerla. Su propio marido nunca la había llevado a un sitio así. Claro que no contaba con los recursos como para hacerlo de manera frecuente, pero...“...de vez en cuando... una vez al año, ya de perdis”, pensó Trini.La mujer degustó de pescado y mariscos mientras que el hombre comió un corte de tipo argentino.Sánchez Medina tuvo el buen tino de no m*****arla a la hora de degustar los alimentos y la única conversación que hubo entre plato y plato sirvió para que el Jefe de personal conociera mejor a la Señora que tenía enfrente, pues discretamente le preguntó sobre su pasado.—Así que ya tienen más de once años de matrimonio —comentó Sánchez Medina—. ¿Y cuántos hijos?—Tres. Dos en la primaria y mi niña que aún está en el kínder.—Ah, pues me gustaría un día conocerlos. De seguro la niña es tan bonita como tú —le dijo él con una confiada sonrisa al final.A Trini se le vino la sangre a las mejillas por el comentario. Se sintió incómoda. Lo dicho por Sánchez Medina la volvió a poner en alerta.—Creo que ya es hora de irnos —dijo Trinidad.La mujer se dispuso a sacar dinero para pagar pero su compañero le insistió que él invitaba y no le permitió hacer pago alguno.Mientras ...
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