1. Supertanque -2


    Fecha: 31/10/2017, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Supertanque, Fuente: CuentoRelatos

    ... soy un tío razonable. No sé para que te has inventado semejante historia. – Es cierta. – Ya, necesito pruebas. – ¿Pruebas para qué? ¿No me acabas de mandar a la mierda? – Sí, acabo de hacerlo, ¿Verdad? – Sí, eso es lo que has hecho. Mandarme a la mierda. ¿Cómo podía estar tan segura de si misma? – Bien, pues ya que tenemos este punto claro. Se acabo preciosa. Me fui. Me metí en el lavabo. Necesitaba lavarme por que tranquilo precisamente no estaba. Había hecho lo correcto, me había librado de ella... O no, ¿Que cojones hacía reflejada en el espejo? – Este es el lavabo para tíos. – Sí – respondio ella tranquilamente. – ¿Y que coño haces aquí? – Darte pruebas. Es lo que querías, ¿No? – Sí. – ¿Vas a entrar? Estaba abriendo una de las puertas del vater del retrete. Un lugar oscuro, sucio y cerrado. Moví la mano en varias direcciones sin saber que decir, ni que hacer, hasta que al final dije... – Sí. Y allí estábamos los dos, respirando a toda velocidad. – No hagas nada de lo que puedas arrepentirte. – Estoy toda húmeda, como nunca lo había estado... Creo que el corazón me va a saltar del pecho. – ¿Pero qué pretendes hacer exactamente? – Esto. Me beso y luego se arrodillo. Me bajo la cremallera y yo esperaba que empezara a lamermela y demás, pero no pasaba nada – Oye, empieza cuando quieras. ¿No te imaginas lo que quiero que hagas? – Pues... O dios mio... No. – Vamos, no me digas que no quieres. – Claro que no, eso es una guarrada que te cagas. – Lo sé. Es genial, ¿Verdad? – ...
    ... Joder, que loca estás Me bloquee completamente. Si alguien cree que es fácil que lo intente. Allí estaba con la polla fuera y una chica que sonría feliz mientras esperaba y la miraba.. – Eres un mentiroso. Se te esta poniendo gorda y decías que no podías más. Y encima me vacilaba, con dos cojones. – Sí... ¿Por qué no te la metó de una puta vez y acabamos con esto? – No – respondió muy segura y firme. – Bueno, pues entonces... – Las manos quietas... – Así no se puede, vale. Tan dura no va a soltar lo que tu quieres que suelte. – O vaya. Perdona pero no lo sabía. ¿Y qué tal si hacemos esto? Un par lengüetazos. Y luego para dentro y para fuera. – ¿Qué tal lo hago? – Acaba de una puta vez.... – ¿Y luego te mearas dentro de mi? – Me preguntó con sorna. – Luego no tengo ni puta idea de lo que haré, pero termina de una vez. – No. – No me toques los... Ruidos fuera, y la maldita se la volvió a meter en la boca. Tuve que taparme la boca para callarme, mientras ella, se la metía y se la sacaba, la lamía y se paraba. Cuando se fueron me dejó en paz. – Esto es muy divertido. – Sí, de cojones. ¿Quieres acabar de un puta vez o dejar que acabe yo mismo? Estaba desesperado. – No. Si quieres que termine, ya sabes lo que tienes que hacer ¿Cómo diablos podía estar tan segura de si misma? – Esta bien, de acuerdo. Intentaré calmar tu sed. Mira al techo tío. Mira al techo y relajate. Piensa en cualquier otra cosa y vamos allá. – ¿Estás rezando a Dios para que ayude? – ¿Quieres callarte so puta? Bien, ...