1. La casa en la playa 7, 8 y 9


    Fecha: 15/06/2019, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    ... machos, jeje. Sobre la mesa un pan de manteca, dulce de leche y las flautitas que sobraron del día anterior. Hablaron del tiempo, de lo que habían hecho el día anterior en el jardín y de lo que harían ese día, comentarios de lo de la noche, nada. Al rato ven aparecer a Jonathan, completamente en bolas y frotándose los brazos con las manos por el frío. Pregunta boluda 1: -Ya se levantaron? Pregunta boluda 2: -No tienen frio? Jonathan decidió bañarse y después sentarse a cagar, lo que era su eterna rutina matinal, Eze le recordó que no se asustara porque su culito se iba a comportar distinto, a lo que Jony sonriendo le respondió que ya lo sabía y que con cada paso que daba sentía que lo de atrás estaba más abierto que boca de hipopótamo bostezando. Siguieron mateando tranquilos, total su primo nunca tardaba menos de una hora en sus quehaceres matinales. Ya el agua estaba medio fría y la cebadura lavada. -Che, Eze, calentá el agua y cambiá el mate, esto ya es una lavativa. - Mejor te doy otro mate, esperá, -le dijo Eze sonriendo. Se paró y por debajo del buzo largo que lo tapaba como pollera, comenzó a maniobrar por delante y por detrás. Matías miraba curioso, pensando que luego Eze iba a ir a la cocina a calentar la pava, pero no era precisamente eso lo que pensaba Ezequiel. Unos segundos después le dijo -éste es el mate que tengo para vos, me ponés la bombilla amorcito? Ezequiel se había puesto de espaldas a Matías y, subiéndose de a poco el buzo iba poniendo al descubierto ...
    ... su culito enfundado en una tanguita que le dejaba las nalgas casi al aire y que era en realidad el slip que había enrollado por arriba para que se le metiera en la raya y le quedara como tanga. Mati no se hizo esperar, se puso detrás de Eze y mientras su pija se paraba al calor de la rayita de ese bello culito en tanga, comenzó a besarle el cuello. Rápidamente lo acomodó para que Eze apoyara sus manos en la mesa y doblara su cintura. No había tiempo ni deseo para lubricante. Un poco de saliva y tomando a Eze de la cadera, comenzó a metérsela en el culito seco, algo doloroso para ambos pero el deseo debía ser satisfecho ya, sino perdía el encanto. Con cada empujada, Eze cerraba los ojos y se quejaba. -Te duele Eze, querés que te la saque? -No, amorcito, por favor seguí, a veces es rico sentir un poco de dolor. Pero Mati tenía otras ideas, se la sacó y tomando el pan de manteca, cortó un trocito y con las manos fabricó una especie de supositorio mientras le decía a Eze: - acordate de Último Tango en París-, Eze, sonriendo dejó hacer y se acomodó para recibir el supositorio de manteca que su anito engulló (y derritió) de inmediato. Matías enmantecó también su pija que esta vez entró suavecito y hasta el fondo sin dolor. Ahora Eze estaba suave y el mete y saca resultaba riquísimo, pero igual seguía cerradito y a Eze aún le dolía un poquito. Mati empezó a combinar el mete y saca con movimientos circulares tratando de abrirle el culo a la fuerza a Eze, pero era aun muy temprano para ...
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