Papá y mis hermanas el mejor porno en vivo y en directo - Relatos Eróticos

Papá y mis hermanas el mejor porno en vivo y en directo

... oportunidad de ver sexo o participar en él por su manía de entrar sin anunciarse. Pero como iba a saber y menos iba a saber de modales si apenas tienes 11 y estás en tu propia casa.
Así fue su primera vez, nos había encontrado a mis hermanos y a mí mientras follabamos. Cada quien con su pareja, Beatriz conmigo y mi otro hermano con Lily. Los 4 disfrutando de un sexo que sabíamos que era prohibido, secreto. Tan prohibido y secreto que en aras de mantenerlo así la habíamos hecho parte de él y aunque no siempre cuando había oportunidad en vez de cuatro éramos cinco hermanos viviendo el placer del incesto. 
Papá debía haber notado que aquel chochito de labios abultados no era tan inocente como ignorar el gusto por el sexo. Su dedo índice no dejaba de apretar aquel punto que hacía retorcerse a Isabel. Lily aunque estaba pendiente de lo que estaba sintiendo su hermana otra vez había empezado a cabalgar enterrándose en cada movimiento toda la polla de papá. El también se movía empujando toda la extensión de su pene a fin de satisfacer a aquella hembra que quizá tendría celos de que no fuera la única en gozar del sexo. Menuda tarea la de nuestro padre, con su polla debía satisfacer aquel goloso chocho hambriento de polla y con el dedo darle gusto a una Isabel que talvez esperaba que hoy no solamente le echarán leche en su raja, quizá ahora por fin recibiría un pene en su interior. Afuera yo de nuevo me masturbaba, mi verga hinchada estaba a punto de vomitar semen y lo haría ...

... viendo aquel espectáculo que jamás hubiera imaginado. 
Cada quien hizo lo suyo, Lily acelero sus movimientos mientras papá la culeaba otra vez como antes de aparecer Isabel. El dedo intruso no dejo de moverse sobre aquel clítoris que ahora había quedado más expuesto al liberarlo del calzoncito celeste que ahora yacía sobre la cama. Desnuda total Isabel gozaba de la caricias de nuestro padre, Lily con 20 y tantos centímetros adentro había cerrado los ojos para entregarse al clímax. Su rostro descompuesto hasta mamá lo habría desconocido, la niña de 13 años que normalmente conocíamos esta vez no era misma. El sexo los había transformado a todos. Nuestro padre como el mejor mago, con su verga había creado seres de lujuria. El mismo era la fiel imagen de la lujuria en un hombre sacrificándose por satisfacer a sus hembras. Todo adentro era una imagen que el mundo no podría imaginar, la cama cómplice rechinaba una y otra vez como si con ello quisiera alentar a los protagonistas que follaban sobre ella. 
Fue cuestión de tiempo, minutos u horas. Yo me vacíe en una corrida fenomenal lanzando semen sobre lo que tenía enfrente. Con los ojos cerrados imaginé que acababa en aquellas hembras. Primero en Lily, en su chocho caliente que tanto conocía. En sus entrañas húmedas y apretadas, al son de sus gemidos que llegaban hasta mi. Después en Isabel, entre sus labios vaginales. Como lo había hecho antes aunque ahora imaginé que la penetraba. Con mi mano rodeando mi pene hice un hueco estrecho ...