1. El sueño con cenicienta


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Tus Relatos Autor: williammarshall, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... suya. Me es difícil conciliar lo divertido que no deja de ser una broma infantil entre amigos que al fin y al cabo se gustan, con la hinchazón que mi polla empezaba a tener al maquinar mi cerebro rápidamente las futuras secuencias de lo que podría pasar allí. No tenía prisa por la ejecución, pero sí por disimularlo. De ese modo, añadí:
    -Eres una traviesa Cenicienta. Pero ante todo, sabes que soy un caballero. Debería azotarte hasta ponerte el culo rojo, pero no lo haré. 
    -Ay,. Qué encanto más grande, jajajajajaja….. -Ella rió nerviosa mientras se abrazó a mí casi abalanzándose, abriendo sin querer su escote hasta tirar de su sujetador por lo forzado del movimiento hasta el punto de sacar su pezón fuera de su cápsula. A ella no le pasó desapercibido y tras un divertido Uy, se recolocó como pudo mientras yo aún sujetaba su cadera en mi respuesta tranquila pero sonriente a su abrazo.
    Quizá porque en ese momento la ví más confiada; quizá porque coincidió que había un portal abierto dónde identifiqué tras una ventana una habitación casi impecable; quizá porque al fin y al cabo era un sueño, y en un sueño no hay motivo para huir del riesgo….el caso es que la sujeté con fuerza y la deslicé casi como una pluma aprovechando mi mayor corpulencia por ese portal. Sus risas nerviosas no cesaron, al calor de un “qué haces? Quieres que vuele? jajajaja” “me vas a torturar? Por eso me llevas a un lugar cerrado?”, se agarró a mí para evitar golpes bruscos y al cabo de un instante ...
    ... estábamos en aquella habitación de muebles antiguos, una cama impecable alta y de cabecero con pináculos de madera, una cómoda con palangana y espejo, armario clásico de roble y una lámpara de velas de cristal de buen tamaño culminando aquella extraña habitación.
    Llevé mi mano a su cara y la acaricié mientras la miraba fijamente. Ella respondió expectante, evitando ya las risitas y con gesto cómplice. Mis manos acariciaron su rostro y mis pulgares se deslizaron entre su boca, introduciéndose en ella que respondió chupándome el dedo mientras su lengua lo agitaba contra el interior de su boca. Lentamente, sin asustar sus expectativas y sin demorar mi impulsos, mi boca se acercó para sustituir a mis manos, y pronto deslicé labio con labio enroscando lentamente mi lengua en la suya para declararle la guerra de los sentidos e iniciar hostilidades bajo su falda. Sus ojos y los míos se cerraron a aquel fragor que hacía subir la intensidad de los lejanos estruendos que se empezaban a percibir en aquel mundo de ruinas bélicas.
    Quizás fueron unos segundos, quizás algo más….los sueños no guardan orden en el tiempo ni en el espacio, y en aquella cama enseguida deslicé a mi cenicienta, con la falda ya subida por encima del hombro, sonriente pero con respiración agitada, mientras mis manos subían por sus muslos en paralelo y alcanzaron sus bragas, que con un fuerte tirón cayeron a sus tobillos, y no me fué difícil después desenganchar. 
    Tampoco recuerdo cómo ni cuando ella, cimbreándose sobre ...