1. El sueño con cenicienta


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Tus Relatos Autor: williammarshall, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... cuello, mis manos sujetaban sus pies sobre sus hombros para aumentar la fuerza de las embestidas de mi polla que, sin ser bruscas, si apretaban en su llegada al fondo de sus entrañas tras penetrar aquel cálido recorrido. 
    Los sueños son imprevisibles, y a menudo absurdos. Aquellas paredes ofrecían ventanas que cambiaban de sitio, y muebles que tornaban de antiguos a modernos, y todo ello al ritmo de los jadeos de mi cenicienta, que apretaba ahora mi culo contra ella cuando escuchaba en su oído mis susurros encendiéndola con sólo tres palabas: Me encanta follarte…. Mi éxtasis avanzaba sin oposición mientras había comenzado a atraer su culo aún más hacia mí, como si fuese posible aún penetrar más adentro, más fuerte, ó llenarle más aquel coño que empapaba el vello de ambos pubis, hasta el punto que creí que el delirio del sueño le hacía llamarme caramelo… luego carámelo….y finalmente entendí…..dámelo…..Y todo lo que mis huevos habían guardado en aquel eterno onírico estalló provocando que esta vez ella no ahogara el grito, sino que lo abrió a ...
    ... aquellos tabiques cambiantes, aquel humo a de escombros recién caídos que asomaban por las ventanas en el exterior, un grito que no fue ensordecedor pero que enardeció aún más la prolongada invasión de mi polla en su territorio. Cuando la saqué, su mano había cogido la mía, sus ojos y labios entreabiertos suplicaban prolongar el placer aún al margen del apocalipsis exterior, y saqué mi polla aún chorreante, dejando que plácidamente unas gotas de mi semen besaran su vientre, su ombligo, y la última en su teta derecha; su dedo índice acudió para extenderla sobre su breve aureola mientras sonriente contemplaba como mi boca se acercaba a la suya y, como un sello a un tratado de paz, mi lengua pactara con la suya un baile entusiasmado, con ambos cuerpos engarzados en un abrazo caótico de brazos y piernas acoplados mientras la intensidad del beso empezó a disipar aquel entorno de ruinas y abandono en un despertar azorado. Como en tantos sueños, realidad y fantasía conviven para mostrar el mito de nuestros prejuicios y la verdad de las sensaciones. 
    
     
«1234»