1. UN ENCUENTRO EN LA ISLA DE LA TOJA


    Fecha: 19/04/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: QUIQUE, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... luego le puse una venda en los ojos.
    Sintió mis pasos alejándose, y me preguntó:
    -¿A dónde vas?
    Abrí la puerta, y allí estaba, la chica que había contratado. Una scort de lujo. Rubia, de ojos azules, alta, delgada, con buenas tetas, guapa... Traía un maletín en la mano.
    Wanda, que era su nombre de guerra, se echó al lado de Diana, Diana olió el perfume de Wanda y se quiso desatar. No le gustaban las mujeres, pero estaba atada y bien atada. Wanda, la quiso besar, Diana le hacía la cobra.  Yo quité el albornoz. Me senté en una silla y comencé a menearla mirando para ellas.
    Wanda, le sujetó la cara con las dos manos a Diana y le dio un pico largo, muy largo, al quitarle las manos quiso darle otro, pero Diana,refunfuñando,  se volvió a retorcer y a negarle sus labios. Así estuvieron un rato. Luego, Wanda, le dijo:
    -Nunca me había pasado esto. Me estoy mojando tanto que necesito tocarme.
    Wanda, que venía vestida con un abrigo de pieles negro, se lo quitó y quedó solo con sus zapatos negros con tacones altos y de aguja. El contraste era maravilloso, una morena preciosa,  con tetas grandes, areolas marrones, gordos pezones y coño peludo y una rubia, bella, de tetas medianas, areolas color carne, pezones pequeños y coño rasurado. Las dos tenían unos cuerpazos... Wanda, después, con una mano, le fue cogiendo las tetas, chupándoselas, magreándoselas y lamiendo, besando y mordiendo los pezones, y con la otra mano se metió dos dedos en su coño. Diana y yo oímos el chapoteo que ...
    ... hacían sus dedos en el coño. Estaba realmente mojada. Después de comerle las tetas largo rato, volvió a intentar besar a Diana. Le volvió a hacer a cobra. Wanda, me dijo:
    -Bésala tú mientras yo le como el coño.
    Quise besarla y apartó su boca. Sus ojos me decían que estaba enfadada conmigo. Volvió a intentarlo Wanda. Le pasó la lengua por sus labios. Diana se quedó quieta y se dejó hacer...  Luego, Wanda, metió la cabeza entre sus piernas y le comió el coño. No vi si estaba mojado o no, pero era de suponer que más que mojado, debía estar empapado.
    Pasado un tiempo, Diana, movía su pelvis de abajo a arriba, de arriba a abajo y alrededor buscando el orgasmo. Wanda, que andaría en lo 20 años, era muy profesional, cuando sintió que Diana se iba a correr, dejó de lamer, le acarició el clítoris con dos dedos, le puso una mano en el cuello, cómo queriendo estrangularla y le comió la boca. Diana, sin poder respirar más que por la nariz, comenzó a correrse. ¡Pedazo de orgasmo tuvo! Tanto se retorció con el placer que sintió que pensé que iba a romperse.
    Cuando le quitó la mano del cuello y dejó de besarla, exclamó:
    -¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaah!!!
    Le quité la mordaza y la venda de los ojos y vio a quien la había hecho disfrutar y a mí con un empalme de cojones. Se sentó en el borde de la cama, y me dijo:
    -Dijiste que iba a ser un hombre, cabrón. Ahora, Fóllala. Quiero ver cómo la follas.
    Desatándola, le dije:
    -Te dije que habría sorpresas, y no, no la voy a follar, no la contraté para ...
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