A mi profesor de educación física le gustaba mi bulto - Relatos Eróticos

A mi profesor de educación física le gustaba mi bulto

Está historia es de mi primera vez con un hombre, por ese suceso confirme mis sospechas de que me gustaban los hombres y que estaba destinado a tronar culos.

Me llamo Luis, actualmente tengo 24 años, y les quiero contar como es que termine teniendo relaciones con mi profesor de educación física a los 15 años, el se llama Martin, era un hombre de estatura media, estaba mamada y’a que hacía gym seguido, algo velludo, blanco y muy masculino, todas las niñas les gustaba pero a mi siempre me dio la impresión que era gay.

Todo pasó cuando iba en tercero de secundaria, de un año atrás hasta ese momento me pego la pubertad muy duro y muy rápido, había crecido bastante y me salió bastante vello, pero sobre todo mi verga había crecido bastante, ya a esa edad superaba fácilmente los 20 centímetros (No recuerdo exactamente cuanto) y bastante gruesa. De cuerpo estaba bien ya que siempre había hecho deporte además de que tenía poco tiempo en el gym por lo que estaba delgado definido pero no muy ancho.

Siempre he sido bien parecido y tenía algo de pegue, incluso ya había tenido mi primera vez con una mujer pero supe que algo no me gustaba del todo. El maestro de educación física que se llamaba Martin me caía mal, era muy estricto con los hombres y siempre buscaba formas de regañarnos y castigarnos con castigos físicos o escolares.

Va a sonar muy tonto, pero creo que todo comenzó porque mi verga se empezó a tornar muy visible en la escuela, y’a que nos obligaban a usar unos ...

... shorts deportivos que eran un poco cortos y ajustados y no había mucho lugar para esconderla, veía como muchas veces las miradas de todos se centraban en mi short pero no le tomaba importancia, incluso varías veces mi al prof. Martin viéndome pero incluso a él no le tomaba importancia.

El prof. Martin era el encargado de realizar los castigos en la escuela, un día copié en un examen y se dieron cuenta por lo que el castigo que me impuso el director fue trabajo comunitario y sería supervisado por el prof. Martin en sábado en la mañana. No quería pero si no aceptaba corría el riesgo de que me expulsaran, quien diría que ese castigo fue el inicio de todo. 

El sábado siguiente llegué en la mañana a la escuela, me topé a Martin y al parecer era el único que iba, me dijo: “Solo tú estás citado hoy, te estaba esperando, vas a acomodar la bodega que está allá”, esa bodega nadie nunca la arregla porque  no tiene refrigeración y donde vivo hace mucho calor. Yo traía puesto el uniforme ya que era reglamentaria, el profesor traía una camiseta de tirantes, short y tenis deportivo; la camiseta de tirantes dejaba ver su pecho lleno de vello que al parecer me gustaba bastante.

En cuanto entramos ambos empezamos a sudar mucho, él no dudó en quitarse su camiseta por el calor, me dijo que no pasaba nada si quería hacerlo yo también y me la quité porque no aguantaba el calor. En cuanto se quito la camiseta pide apreciar todo su pecho y su abdomen bien marcado con una espalda bien definida, ...