A mi profesor de educación física le gustaba mi bulto - Relatos Eróticos

A mi profesor de educación física le gustaba mi bulto

... pero aun así el agarra mi cabeza y la llevo hasta su pene donde como pude se la mama, aunque me hice el que no me gustaba porque me gustó mas que me mamara la verdad si me gusto, me gustaba todo de él aunque no lo quisiera aceptar y el estaba enamorado de mi verga.

Después me dijo que le tenía que lamer el culo para que mi verga pudiera entrar, tampoco nunca lo había hecho. Yo me hinqué mientras el se volteó y puso su culo en mi cara, yo empecé a lamer su hoyo, el gemía del placer, supuse que lo estaba haciendo bien. Por mi mismo le metí un dedo, hasta que le cupieron 2, después volví a lamerle tremendo hoyo.

No sé porque me gustó mucho mamarle el culo y me engrane en eso bue rato. Martin ya estaba listo, quería mi verga, casi casi me rogó que se la metiera. Me levanté, le dije que me la mamara una última vez para que se ensalivara bien, lo hizo rápido porque estaba desesperado por verga, se levanto y se volteó, además de eso le escupí una última vez a mi verga, tome mi verga de la base y lentamente la fui introduciendo. Martín soltaba gemidos entre placer y dolor, le pregunté si paraba y me dijo que le siguiera. 

Cuando menos me di cuenta ya tenía media verga adentro, ahí fue cuando empecé a meter y sacar lento, pero no paso mucho para que se pusiera más rápido y más rápido el asunto. Cada que subía la velocidad el me decía que más fuerte y más fuerte, a mí me encantaba lo que estaba sintiendo, además de saber que ...

... tenía a tremendo hombre a mi merced me ponía más de lo que ya estaba.

Como ambos estábamos parados mientras se la metía le jalaba su verga y el volteaba su cabeza hacia atrás para besarme. Poco a poco sentía como se iba acercando mi orgasmo, le dije a Martin que ya me iba a venir, su reacción a eso fue: “Vente adentró”. Inclino un poco su espalda y yo le solté la verga, la cual se jaló en cuanto yo quite mi mano de ella. Lo tome de la cintura y se la metí lo más rápido y fuerte que pude.

Ambos estábamos empapados de sudor, por toda la bodega y creo que en gran parte de la escuela se escuchaban nuestros gemidos, pero no había nadie, se escuchaban los golpes que daba mi pelvis con mi culo, cada vez más y más rápidos, hasta que de un momento a otro se habían hecho un poco más lentos, me había venido. Sentí como le llene todo el culo de mi semen, poco tiempo después Martín se vino. Nos sentamos un poco en el piso porque estábamos muy cansados.

Tomamos un papel que había en la bodega para limpiarnos y nos vestimos, me dijo que lo acompañara al baño para ver todo lo que me había venido. Se puso en la tasa del baño y vi como todos mi semen salía de su ano, era demasiado, creo que nunca me había venido así.

Después de eso Martín y yo hablamos, en definitiva me di cuenta que yo era gay y me seguí cogiendo a Martín por bastantes años, la última vez fue cuando tenía 20 poco antes de que se casara y ahorita tiene 2 hijos.