A mi profesor de educación física le gustaba mi bulto - Relatos Eróticos

A mi profesor de educación física le gustaba mi bulto

... de solo verlo casi tengo una erección pero en ese momento pude controlarlo. 

Cada vez Martin se me insinuaba más y más, mientras yo ponía las cosas en orden el sentado, sin camiseta me observaba y hacía preguntas cada vez más personales, incluso me preguntó si había tenido relaciones con mi ex-novia, cosa que me incomodó, pero sólo pensaba en que fuera la hora para que se acabara el castigo.

En una de esas, estaba acomodando unos libros en un pasillo muy angosto, Martín aprovechó la oportunidad y hizo como que necesitaba un libro, paso por el angosto pasillo dándome la espalda, obviamente tu gran y formado culo paso exactamente por mi verga, y llegue a sentirlo todo. Esta vez si no pude contenerlo, tuve una erección muy fuerte y corrí a sentarme para disimular un poco, pero el short no ayudaba nada y aún sentado se notaba claramente mi verga en erección.

Martin fue hacia donde yo estaba y me vio la cara y luego mi verga, me dijo: “Levántate no hay de que avergonzarte, siempre nos pasa a los hombres, levántate ándale”, no hice nada más que obedecerlo y me levante lentamente, mi erección no había bajado ni un poco mientras que Martin no sacaba su vista de mi paquete, estaba entre confundido, incómodo y excitado, la verdad es que no sabía bien que estaba sucediendo pero me gustaba. Mientras Martin me veía se tocaba y no tardó en el tener una erección también. 

“No luches con una erección mejor disfrútala, tócate”, como paso anteriormente hice caso y lleve mi mano a ...

... mi verga dura como piedra y comencé a tocarla por encima de mi short. En eso Martin me dice: “Parece que necesitas ayuda”, lentamente colocó su mano en mi miembro ya erecto, en cuanto pasó eso su mirada la quito de mi short y la dirigió hacia mis ojos donde lentamente se fue acercando hasta que nuestros labios se juntaron. No sabía que pensar en ese momento pero lo que sabía era que me gustaba y mucho, el profesor, el beso, tener su mano en mi verga, todo me gustaba y demasiado.

Casi por inercia agarre mi mano y la puse en su pito, la primera vez que tocaba el pene de alguien más, no era más grande que el mío, pero tampoco era chico ni mediano, diría que unos 18-19cm y algo grueso. Martín metió su mano en mis calzones para tomar mi verga que ya estaba totalmente erecta y sacarla de donde estaba, lentamente fue bajando, besándome el cuello, mis pezones y mi abdomen, cuando llego abajo antes de meterse mi trozo a la boca dijo: “La tienes bien grande Luis.”

Empezó a chuparla lento pero pronto cambio el ritmo en que la mamaba, cada vez era más y más rápido y podía ir más profundo, nunca le cupo toda en la boca pero si podía ir bastante profundo. Estábamos en el almacén donde hacia mucho calor, además por la situación yo ya estaba empapado de sudor, y el también, Martin empezaba a oler a macho, me gustaba mucho ese olor, un macho que pronto le tronaría el culo.

Cuando me la dejo de mamar subió y me volvió a besar, en eso me preguntó: “Alguna vez has mamado”, le dije que no ...