1. Sargento...


    Fecha: 23/11/2017, Categorías: Gays Primera Vez Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    ... veces me había quedado mirándolo en la biblioteca, mientras leía algo, o en el bar, o en el restaurant cuando cenaba.Me gustaba imaginar que sus labios se posaban en mi piel y que sus fuertes brazos me despojaban de la ropa. Pero sabía que eran sueños de un soldado calenturiento, al que el servicio le estaba sentando de maravilla en lo que a imaginaciones subidas de tono y cachondas se refiere.Cada noche rodeado de compañeros en ropa interior, otros desnudos en las duchas y eso daba para muchos sueños húmedos, de los que tuve en abundancia.Ahora quiero referirme sólo a lo que yo adoraba del sargento Macana. Las primeras veces fue bastante seco, pero conforme fui coincidiendo con él me di cuenta de que era tal vez la máscara que llevaba puesta continuamente o que el roce con los soldados se había convertido para él esa forma de tratarnos en algo normal. Había pequeños detalles que con el tiempo fui captando que me hicieron cambiar de idea. No recuerdo que alguna vez me faltara al respeto como solía hacerlo con los demás.Era tosco, pero educado y, a veces, después de soltar algún improperio por esa, se le escapaba una leve sonrisa que disimulaba bien, pero que yo vi en alguna ocasión. En un mes estaba bastante cómodo cada vez que tenía que atenderlo. A mí su rudeza lejos de parecerme desagradable me gustaba, porque era el papel que yo mismo me había acostumbrado a adoptar en la vida, cuando desde pequeño me di cuenta de que me gustaban más los paquetes de los señores que me ...
    ... compraban dulces que los dulces en sí. Siempre creí que, ya que tenía que ser diferente a los chicos de mi barrio, todos ellos bastante pesados, era mejor que mi forma de actuar no me delatara, más para evitar problemas que por otra cosa.Como a los dos meses de estar en ese puesto, una noche en que estaba de servicio, me llamó el sargento Macana a su habitación. Me lo encontré haciendo ejercicio en el suelo, todo sudado con un pantalón corto como única prenda.Me quedé un poco sorprendido de verlo de esa manera e inmediatamente me pregunté qué necesitaba, pues parecía bastante ocupado en ese momento.- Carlos, se me ha roto un frasco en el baño, ¿puedes recogerlo, por favor?- Claro, mi sargento, ahora mismo -No había podido evitar mirarlo un poco más de la cuenta. No era la primera vez que había entrado en su habitación estando él ahí, pero siempre estaba vestido.En el escritorio, su computador portátil abierto y al lado, un libro con un separador por la mitad, más o menos. Siempre había libros en la habitación del sargento, era un buen lector.Mientras él seguía haciendo ejercicio, yo salí para buscar una cubeta, una jerga y una escoba.A mi regreso llamé a la puerta de nuevo y entré. Él seguía a lo suyo. Me metí en el baño, me puse a recoger los pedazos de vidrio y a limpiar el suelo. La puerta de la habitación permanecía abierta. Sobre la cama estaba su ropa, un poco revuelta.El baño estaba ya mas ordenado y en un taburete había un calzoncillo limpio, doblado, supuse que para ...
«1234...17»