1. La vecina enyesada


    Fecha: 26/11/2017, Categorías: Primera Vez Sexo con Maduras Autor: pepitito, Fuente: xHamster

    ... hacia el interior de su vagina. Avancé centímetro a centímetro mientras la miraba. Tenía los ojos cerrados y sus labios apretados, sus manos en mi espalda tratando de estrecharse más a mí. Seguí avanzando hasta llegar al final de mis posibilidades, y allí me quedé quieto. Sentía que sus músculos se contraían apretando mi miembro lo que me produjo mayor placer. La seguí besando mientras empecé despacio a meter y sacar, cada vez con más intensidad. A medida que aumentaba mi ritmo se acentuaban sus gemidos, me susurró al oído que ya no podía más y que le entregara toda mi leche. Yo estaba lanzado y mi desesperación por acabarle era inaguantable, hasta que no pude más y anunciándoselo me derramé con un polvo intenso por lo prolongado y la cantidad derramada. Parecía que me arrancaban las entrañas.Mela me recibió con un grito que retumbó por toda la casa, anunciándome que ella también estaba acabando junto conmigo. No paraba de decirme cosas. Me pedía más y más y que no la sacara. Quería tenerla dentro de ella a pesar que mi falo poco a poco se iba desinflando. Cuando finalmente salió, se agachó y lo llevó a su boca para chuparlo y beber las gotas de semen que aun salían.Lo dicho. Fue un polvo maravilloso como nunca había tenido hasta ese momento. Ambos quedamos en éxtasis mirándonos sonrientes y satisfechos. Nos dimos un beso largo y prolongado mientras nuestras manos acariciaban cuerpos y caras. Éramos dos amantes satisfechos que habían consumado su pasión.Luego el reposo. ...
    ... Nos pusimos en posición cuchara, ella dándome la espalda. Así estuvimos un buen rato diciéndonos palabras amorosas y complacientes.• Arturo, creo que es la primera vez en mi vida que he gozado tanto sexualmente. Me estás haciendo pasar una noche inolvidable• Yo también me siento muy a gusto contigo. Había idealizado esta noche junto a ti, pero la realidad superó mis sueños.• Desde el día que nos conocimos, empecé a pensar que esto podía pasar. Pero me decía a mi misma que esos eran pensamientos frutos de mi abstinencia sexual y que era imposible que sucediera• Bueno, está sucediendo y la noche aún no ha terminado. Tenemos más tiempo para el amor. Te quiero mucho Mela.• Yo tambiénNos callamos. Pero la pasión seguía latente. Nuestras manos seguían acariciando nuestros cuerpos con movimientos lentos y suaves. Ahí tomé conciencia de la suavidad de su piel. Ahora eran mis manos que hacían el recorrido que antes había hecho mi boca. Comencé con su cuello, donde justo es decirlo, encontré algunas arrugas propias de la edad. Luego sus pechos que empecé acariciando y pellizcando sus pezones hasta magrearlos con fuerza. Seguí con su vientre, liso como el de una muchacha de 20 años, hasta llegar a su pubis en donde me volví a entretener enrulando su vello. Pasé mi mano por sus muslos para regresar a su vértice. Acaricié otra vez su vulva y con mis dedos froté sus clítoris para volver a despertar su libido. Mela, a su vez, se dio maña para tomar con una mano mi verga y jugar con ella ...
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