1. La seducción de mi esposa


    Fecha: 17/12/2017, Categorías: Sexo en Grupo Primera Vez Autor: Eroslifewoman, Fuente: CuentoRelatos

    ... pasado mes de septiembre, yo seguía obsesionado en ver a mi esposa disfrutar aunque fuese solo de las caricias de otro hombre. Quizás allí fue todo muy a saco. Realmente la visión de aquellas parejas desnudas follando, y además β€œel calvo” aquel, tapado solo con una toalla blanca, que con la mirada desnudó a mi esposa, comiéndosela con los ojos, acabaron por arruinar la experiencia. ¡¡El resultado fue un cubata en 10 minutos y 25 eurazos!! Y lo peor es que la noche al traste. Me pregunté en realidad ¿Qué había fallado? ¡El tacto! Estaba seguro de que mi esposa con un tacto adecuado entraría en el juego. A veces, se lo preguntaba cuando más excitada estaba y su contestación acababa siendo siempre sí. Solo necesitaba alguien que la sedujese, alguien con tacto para las mujeres que le entrase poco a poco pero que la hiciese sentirse cómoda, que la cautivase y prácticamente la hipnotizase con sus palabras. Alguien como Iván con quien había contactado hace ya un mes por mil anuncios.com. Habíamos quedado un par de veces para tomar un café y plantearle una idea que le entusiasmó. – Me gustaría que alguien sedujese a mi esposa hasta el límite que ella quiera – le dije. El me miró y me preguntó: – ¿Ella lo sabe? Las hay que saben de antemano que van a ser seducidas. – No, tampoco quiero que se sienta incomoda. Debe ser algo que surja solo – le conteste. Había llevado alguna foto de Mónica, siempre vestida por supuesto, y a él le pareció una mujer muy bella e interesante. – ¡Es muy ...
    ... guapa! – me contestó – ¿Cuándo? – El primer fin de semana de junio, el sábado. Estamos en contacto por mail y te llamaré antes. Los dos habíamos llegado a la conclusión de que no forzaríamos nada, de que si no pasaba nada, NO PASABA NADA. Solo intentaríamos crear un clima donde se pudiese dar esa opción. Por supuesto unas copas ayudarían. Iván, tenía entre 35 y 38 años más o menos. Muy cuidado en general, moreno con pelo abundante y con unos ojos claros que llamaban la atención. Realmente tenía un buen cuerpo sin llegar a esos que solo cultivan bíceps y pectorales, olía bien y era educado. Su anuncio no me pareció soez. Simplemente ponía. β€”β€”β€”β€”β€”β€” – ¿Me dejas seducir a tu esposa? No hará nada que ella no desee hacer. Iván. 663 768 555 (Tengo whatsapp) β€”β€”β€”β€”β€”β€” Eso me convenció del todo. No buscaba alguien que se pasara de la raya ni que tuviese un anuncio lleno de proposiciones explicitas y fotos de su nabo. A las 19’30 regresé de dejar a los críos en casa de los abuelos. Un aroma embriagador envolvía la estancia. Dulce, mezcla de canela y coco, hacía que cada exhalación fuese un delirio de excitación. Mi esposa estaba en el cuarto de baño, se estaba secando su larga y rubia melena. – Estás muy sensual con el cabello húmedo, cariño – le dije. De pie, frente al espejo, me encantaba verla así, ver como dedicaba tiempo a cuidarse. Se había puesto ese vestido negro que compró en Desigual y que costó una pasta. Había decidido no ponerse sujetador, decía que como el vestido era de una tela ...