1. Rashid el francés chapero en París


    Fecha: 17/01/2018, Categorías: Gays Autor: ZLAZKO-KAI, Fuente: CuentoRelatos

    ... buen polvo y llevarme la pasta. La vejiga la tenía llena, estaba a punto de mearme encima y ya no aguantaba más, así que me levanté y le dije que iba al baño. Mientras estaba orinando apareció Pierre, y apoyándose en el marco de la puerta, miraba como me agarraba la polla con la mano, al mismo tiempo que apuntaba con mi capullo hacía el retrete, y soltaba un buen chorro de líquido amarillo. Esperó allí parado hasta que terminé de expulsar la meada, tocándose el paquete por encima del eslip, y después se arrodilló delante de mi polla, la cogió con la mano y se la metió en la boca. Chupaba suavemente, succionando fuerte con su boca, poniéndome el cipote todo duro y gordo. Se lo sacaba de la boca, y lamía la puntita del capullo con la lengua, mientras me agarraba los huevos con la mano y me los estrujaba tiernamente. Yo lo sujetaba por la nuca para que no se despegase de mi polla, metiéndola y sacándola de su boca cada vez más rápido, con energía, y muy... pero que muy cachondo. De vez en cuando, le daba un respiro para que me chupara los huevos, dándome lametones por todo el escroto, y para que pudiera hablar el mamón. PIERRE: ¿Te gusta cómo te chupo la polla chaval? RASHID: ¡Uffff, me encanta tío!... ¡Que boca tienes joder! PIERRE: ¡Que ganas tenía de comerme este pollón!... Desde que te vi en la barra del bar, solo pensaba en esto cabronazo. RASHID: Ya me di cuenta, que no le quitabas la vista a mi paquete... Y ahora sentados en el sillón hablando de folladas, y de tus ...
    ... viciosos amigos... te has dedicado a calentarme la polla y a ponérmela bien dura... ¡Ufff! ... Vamos a la cama que estoy súper caliente tío. PIERRE: Espera Rashid, que el váter me da un morbazo increíble... solo unos minutos, y nos vamos a la cama o donde tú quieras chaval. Se sentó en la taza del retrete, y yo me quedé de pie con mí entre pierna pagada a su cara. Le agarraba con fuerza la cabeza con mis manos, y le restregaba mi pollón por todo el rostro. A Pierre le gustaba y le excitaba muchísimo, olerme la polla intensamente, sentir el calor del tronco y notar la presión de su dureza contra su cara. Él abrió su boca y empezó a comerme el glande con suavidad, dándome lamidas con la lengua, al mismo tiempo que me agarraba los huevos con la mano, estirándolos con fuerza hacía abajo empinándome la polla, y poniéndomela toda tensa por el movimiento. Era un gustazo verle la cara saboreando mi capullo, la forma de su boca apresando la piel, apretando con los labios el inflado cabezón, húmedo de pre-cum y empapado de su saliva. La mamada se hizo bestial y placentera cuando empezó a penetrarme el boquete del culo con sus dedos. Poco a poco y uno a uno me los metía sin dañarme, produciéndome un calentón incontrolable por todo el cuerpo. El muy cabrón se dio cuenta enseguida cual era mi punto débil, mi ano. Se percató de que cuando jugaba con mi ojete, yo me estremecía y me retorcía de gusto. Así que comenzó a chuparme la polla cada vez más rápido, sin dejar de introducirme sus dedos en ...
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