1. El técnico


    Fecha: 21/02/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... del tirón me la tragué y comencé a hacerle una mamada histórica, y no solo ya por las ganas que tenia de comerme su polla, sino que él también estaba ansioso y volteándome comenzó también a comérmela. Así que estábamos enzarzados en un 69 frenético. Como luego él también me confesaría, su pasión es mamar pollas. Supongo que ambos teníamos las mismas necesidades puesto que al unísono, conforme nos las chupábamos, íbamos explorando el culo del otro. Yo sentía que él iba jugando con su dedo cerca de mi orificio y que aprovechando la saliva que con la magnifica mamada que me estaba haciendo resbalaba por mi polla, la aprovechaba para hacerla llegar hasta mi culo (yo por mi parte iba haciendo lo mismo porque creo que, y nunca mejor dicho, se nos hacia la boca agua teniendo ese manjar en la boca ). Aunque ambos sabíamos que "no estaba bien" lo que íbamos a hacer, ninguno quiso retirarse de la boca la poya del otro cuando comenzamos a sentir los primeros espasmos de la cercana eyaculación que apenas podíamos contener, pues con la mamada y con el masaje anal que nos estábamos dado era bastante difícil el contenerse, así que, aunque no nos pusimos de acuerdo, cada uno exploto en la boca del otro al unísono.. Fue la leche, y fue cantidad ingente de leche la que ambos soltamos por nuestra pollas y que saboreamos como un premio ansiado. Fueron cuatro o cinco "disparos" los que sentí en mi boca (él también se llevo lo suyo de mi parte). En un principio me dejé en la boca ese jugo ...
    ... "celestial" sin saborearlo, pero cuando comencé a sentir su sabor, me deleité saboreándolo y me lo tragué despacito (que sí, que eso ya sé que está mal, pero a veces hacemos estupideces que no somos capaces de reprimir) degustando cada gota. Enrique creo que sintió lo mismo porque aun teniendo mi poya en su boca, sentía como se tragaba mi semen. Aunque quedamos exhaustos, comenzamos a besarnos con mas pasión, si cabe, que al principio, con lo que acabamos intercambiando nuestras salivas y nuestro semen. Medio abrazados, ambos comenzamos a fumarnos un cigarro (vale, otra cosa que tampoco es buena). Él su Foturna y yo mi Ducados. Y digo que comenzamos porque a penas le dimos dos caladas, nos miramos y de nuevo comenzamos a besarnos y empezamos de nuevo el ataque. Esta vez ya no necesitábamos una polla en la boca. La necesitábamos en otro sitio. La pugna era quien taladraba a quien. Ambos estábamos como locos por tener dentro el arma del otro, pero resultaba bastante difícil hacerlo ambos a la vez, así que el ganador sería el que fuera mas listo. En este caso fui yo. Lo puse boca arriba, le agarre los brazos y comencé a lubricarle de nuevo su poya con mi boca. A los dos segundos ya no era necesario que le agarrara los brazos, por lo que con mi mano y mi saliva me iba humedeciendo mi entrada. Cuestión de tres minutos, cuando sentí que ya tenia el culo bastante húmedo y dilatado, sin que él pudiera hacer nada, me monté sobre su tranca húmeda (y no solo de mi saliva) y comencé a metérmela ...