1. El fetiche de mis bragas olorosas


    Fecha: 21/02/2018, Categorías: Fetichismo Infidelidad Autor: chicapervertida, Fuente: CuentoRelatos

    ... ya enloquecida como estaba me quite los tacones opresores y una vez estuve descalza, me saque el hilo dejándolo tirado en el piso de la entrada. Corrí hacia mi habitación y urge de inmediato en mi armario de juguetes eróticos. ¡Podréis imaginar que tengo un montón! Tomé mi vibrador más grande y en lugar de las bolas chinas, opté esta vez por mi nuevo juguete, el Lovense Lust, una pequeña balita vibratoria que se introduce en la vagina o en el ano y que se maneja mediante una App. Así que nada, «¡manos a la obra!», pensé con malicia y procedí a untar el vibrador y el lovense con lubricante. Me tumbe al borde de mi cama y primero introduje el Lovense Lust en mi culo. No sé si lo sabréis, pero con la aplicación del móvil podéis colocar una canción que os guste y este aparatico vibra en función de las notas musicales de la canción, ¡es la hostia! Yo busque una canción que me fascina por lo sucia que es, “diles”, de Bad Bunny y Ozuna, y en cuanto comenzó la música se disparó el placer. Introducido en mi recto, poco a poco el aparato iba desencadenando olas de estímulo en mi interior. Entonces tomé el vibrador grande y lo introduje en coño y comencé a moverlo sin tregua. Si alguno de ustedes hubiese visto la escena era realmente de película. ¡Imagináoslo! Mi habitación es enorme y en la mitad mi cama resalta con el blancor de sus sabanas impecables, a un lado una ventana que da hacia la calle permite colar los rayos de sol de la tarde, así que allí estaba yo, tendida en el borde, ...
    ... iluminada por la luz diáfana, con la blusa y la falda aun puestas, con las piernas abiertas y suspendidas en el aire, los pies descalzos bañados de sol, haciendo resaltar mi pedicura color rojo, con el rabito color rosa del aparato saliendo de mi ano y con la mano derecha dándome a saco con el vibrador por el coño. No fue muy difícil alcanzar el orgasmo una y otra vez. En mi mente iba recordando mis aventuras más excitantes, como la vez que me folló el colombiano en el baño de la disco o mi amante aficionado a la dominación japonesa; pero definitivamente el recuerdo que tomó posesión de mi mente fue la ocasión en que dos chavalitos que me crucé en el gimnasio me follaron al unísono por primera vez. ¿Podéis imaginaros lo que se siente que dos pollas vigorosas se abran camino dentro de ti en simultáneo? Os puedo decir que el placer es indescriptible. Pero lo más excitante era la cara de fascinación de ambos chavales que no podían creer lo que les estaba ocurriendo. El que estaba debajo de mí, penetrándome el coño, era rubito y con rostro de nácar; y con cada embestida que me daba el que estaba a mis espaldas, penetrándome el culo, decía «¡Madre mía! ¡Qué divina está esta tía!». Lo que me ponía más cachonda era recordar su desesperación por follarme. Parecían animalitos desbocados o como las pobres personas que están muertas de hambre y de repente les ponen un plato a la mesa para que se sacien. ¡Me estaban comiendo con las manos! Que dos chicos vírgenes se estrenen a la vez con ...
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