1. ¿y porque no? una gran experiencia en pajera


    Fecha: 27/02/2018, Categorías: Intercambios Autor: tsumi, Fuente: RelatosEróticos

    ... sus dientes pellizcan mis pezones, estoy delirando, es una tortura soportable, mi piel tirita bajo sus caricias, sospecho que Stone esta para morirse de gusto… Maravillosos espasmos me atraviesan cada vez que su lengua cruza mis pezones, mi apéndice se ha puesto como el mástil de un velero, dando un aire de vela al pareo. Maleva deshace el nudo de la tela que cubre mi sexo y la deja caer al suelo, pienso en Tsumi… Paolo me quita el pareo, la ultima tela que quedaba sobre mi piel. Estoy acostada sobre mi espalda, totalmente desnuda, temblando de nerviosismo, la libido a flor de piel, él esta de rodillas entre mis piernas abiertas, contempla mi delicado sexo, como un relámpago su mirada me quema hasta dentro. ¡¡¡Joder!!! Se quita el kimono… ¡¡¡Madre mía!!! Que cuerpazo, y su…su…no sé cómo llamarlo…su prolongación sexual es colosal, estoy alucinada, cautivada, es que a pesar de toda esta musculación es un sol de ternura y de erotismo. Parece el tarzan de mis sueños. De pequeña estaba enamorada de tarzan, me evocaba la fuerza, la sensibilidad, el héroe protector, guapo y sin temor. Sus manos untan de aceite las últimas partes vírgenes de mi anatomía. Con una exquisita delicadeza, percibo su lengua subir entre mis piernas, quiero moverme, tocar su cabeza, pero me lo impide, me murmura: -¡Quédate quieta amor mío! Con la lengua moja mis genitales, succiona mi clítoris, “Ay dios mío, que no se pare”. Sube hasta mis pezones, roza uno, el otro, mi piel tiembla, incontrolable, ...
    ... enviando deliciosos escalofríos por mi espalda dorsal. Su cuerpo ondula sobre mí, lo estrecho con los muslos, me mantiene los brazos para frenar mi exaltación. Suavemente, me coge por las caderas y me da la vuelta. Su piel roza la mía serpenteando de mis pies hasta mi espalda, su lengua ardiente lame todo lo que encuentra en su camino, su boca achucha mis nalgas, su dulce saliva excita mi ano, pienso en Stone… Maleva ha tirado su kimono al suelo, mi corazón se apresura, es una joya preciosa, una perfección de la naturaleza, su lado izquierdo esta tatuado de la rodilla hasta el hombro con flores y mariposas que la envuelven en parte, incluyendo su seno izquierdo. Esta increíblemente atrayente, quiero tocarla, acariciarla, pero me lo impide moviendo la cabeza en un “NO” explicito. Me quedo paralizado, los ojos despejados para captar esta imagen para siempre. Piel contra piel, me soba con la lengua como si fuera una serpiente, mi pene se hunde en su preciosa boca, me lo mordisquea suavemente, si el paraíso existe estoy en el. Pienso en Tsumi… Paolo levanta mi culo, me quedo de rodillas apoyada sobre la camilla con mis ante-brazos. ¡Caramba! Veo su impresionante pene colgar entre mis piernas, acerco una mano, no me impide tocarlo. Ahora creo que la sesión es libre, toda mi vagina hormiguea, con la yema de los dedos acaricio su piel extendida, es suave y caliente. Palpo sus testículos, deslizo hasta su glande, lentamente para disfrutar al máximo de este momento, mientras él acaricia mi ...