1. Ana y el casero de la casa quinta


    Fecha: 01/03/2018, Categorías: Sexo en Grupo Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... traspasaban.De pronto su bello rostro se transfiguró de placer y comenzó a gritar y aullar como una loca, mientras acababa entre las dos pijas enterradas en su delicado cuerpo…Creo que después de presenciar eso tuve otra especie de desvanecimiento y caí al suelo casi desmayado, mientras entre mareos escuchaba a los dos hijos de puta gritar desaforadamente mientras se vaciaban ambos dentro de mi esposa.Habré despertado una hora después, con un dolor de cabeza que me moría. Me asomé a la casa y encontré la puerta de la habitación principal cerrada con llave.Adentro se escuchaban risas. Golpeé y me abrió la puerta el casero, desnudo.Detrás de él se veía al Burro untándose su verga erecta con algún aceite y Anita estaba recostada boca abajo sobre la cama, con una almohada debajo del estómago, como para que la cola quedase parada en el aire…. Bien a merced de esos turros.“Qué van a hacerle a mi esposa?” Pregunté, sabiendo de antemano la respuesta…“Le estamos preparando la colita a tu mujercita para que el Burro no la desgarre”Respondió jocosamente Pedro.“Vas a ver que esta putita se traga toda la verga del Burro por el culo sin chistar…”Abrí la boca para protestar, pero Pedro me chistó y cerró la puerta, sin dejar de recordarme que siguiera trabajando afuera para llenar la pileta.Me fui dejando a mi delicada esposa a punto de ser destrozada por una verga del tamaño de una botella. Y lo peor era que yo sabía que a ella le iba a gustar…El dolor de cabeza no se me pasaba y al rato ...
    ... de estar bombeando comencé a oír los alaridos y lloriqueos suplicantes de Anita, al principio fueron de puro dolor, pero después se transformaron en placer.Los tres hijos de puta estuvieron turnándose para cogerla hasta el anochecer. Los gemidos y gritos de Ana no paraban ni un solo segundo, señal de que cuando uno de ellos acababa o se cansaba, otro lo reemplazaba y seguía dándole duro a mi mujercita…Ya era oscuro cuando el Indio salió de la casa trayendo a Anita desmayada en brazos. Dijo que tendríamos que dormir al aire libre, en las reposeras. Acomodé a mi esposa en una de ellas y muy despacio traté de revisarla. Me asusté bastante.Tenía los labios vaginales enrojecidos y muy hinchados, dejando salir entre ellos semen fresco. La entrada anal también estaba en las mismas condiciones, pero además dejaba escapar una mezcla de líquido rojo, señal de que la habían desgarrado con tanta verga adentro de ese delicado culo.La boca de Ana estaba entreabierta, con semen reseco entre sus labios, igual que entre sus cabellos. Los cachetes de la cola estaban enrojecidos a golpes y tenía mordiscos en los pechos y en los muslos, además de moretones en todas partes.Realmente los brutos habían abusado de ella y la habían maltratado demasiado.Ana sintió mis caricias y se despertó, sonriendo débilmente:“Mi amor, vas a tener que perdonarme, no entiendo lo que me pasó, ni por qué lo hice, pero estuve gozando todo el día como una verdadera perra…”Antes de desmayarse otra vez, alcanzó a decirme ...
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