1. Helena y el auto abollado


    Fecha: 18/09/2017, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Helena y el auto abolladoHelena estaba loca cuando me llamó. Me contó un poco desesperada que estaba pensando en cualquiera cosa mientras manejaba y que había chocado desde atrás a otro automóvil detenido en un semáforo. Reconocía que era su culpa, pero estaba preocupada por la posible reacción de su esposo cuando se enterara. Por suerte al otro auto no le había provocado mucho daño, el conductor la tranquilizó diciendo que era poco el dinero que debería pagar el seguro. Intercambiaron datos y teléfonos y se despidieron de buena manera.El problema era su propio auto. “Jorge lo adora, me va a matar cuando se entere”. Al menos tenía la ventaja de que su lindo maridito se encontraba fuera de la ciudad por unos días y eso le daba cierto plazo de tiempo para solucionar el problema. Así que le pedí que se tranquilizara y pasara a buscarme, yo la acompañaría a averiguar presupuestos para la reparación. Recorrimos varios talleres mecánicos y en todos ellos la respuesta era la misma: “Parece poco el daño, pero los repuestos son muy caros y la mano de obra tampoco es barata” y así bla, bla, bla. Finalmente se me ocurrió llamar a un amigo, quien me recomendó a un chapista que trabajaba bien y seguramente iba a cobrar un precio justo.Nos dirigimos hacia su taller. La primera impresión fue bastante buena, todo se veía limpio y ordenado en su local, algo que no siempre sucede en esta clase de lugares.El dueño nos recibió muy bien, escuchando los pormenores del choque relatados por Helena. ...
    ... Inspeccionó el daño y comentó que era realmente oneroso, pero que trataría de abaratar los costos para lograr un buen precio final. El peor problema es que tardaría al menos una semana en entregar el auto, ya que tenía bastante trabajo atrasado.Helena se puso como loca, diciéndole que lo necesitaba en tres días a lo sumo. El hombre le contestó que era imposible postergar sus compromisos con otros clientes, pero mi amiga no estaba dispuesta a darse por vencida.Me miró de reojo y le adiviné lo que tenía en mente…Estaba vestida de manera bastante provocativa, una minifalda de cuero negro, una blusa blanca bien ajustada que dejaba traslucir sus hermosas y turgentes tetas, un par de tacos aguja que le daban a sus piernas la sensación de ser interminables… y ni hablar de la perfección de su maquillaje y peinado. Así que se lanzó hacia adelante, acercándose felinamente al chapista y le susurró sedosamente al oído mientras le apoyaba sus delicadas manos sobre los fornidos hombros: “habrá alguna mejor manera de arreglar este asunto?”.El hombre pareció dudar durante una fracción de segundo, pero entonces sonrió y la tomó con sus fuertes brazos por la estrecha cintura, mientras una de sus manos bajaba un poco más a acariciarle esa redonda y firme cola. “Bueno, mamita, creo que podríamos hacer un buen trato, depende de lo que me ofrezcan ustedes…”, dijo, mirándome de reojo.Helena dejó escapar una sonora y cristalina carcajada, al mismo tiempo que me dedicaba una mirada de dulzura y amor. ...
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