Helena y el auto abollado - Relatos Eróticos

Helena y el auto abollado

... su amante no mostraba signos de cansancio. Finalmente el tipo arqueó la espalda, se hundió por última vez en el cuerpo de Helena y dejó escapar un fuerte alarido, mientras se vaciaba dentro de esa dulce concha. Luego descansó su cara sobre las suaves tetas de mi amiga, las besó y acarició, para finalmente levantarse y encerrarse en un baño contiguo.Besé a Helena profundamente, diciéndole que había disfrutado muchísimo viéndola coger así tan salvajemente. Ella sonrió y me confesó que había sido una muy buena experiencia. Cuando el hombre volvió a aparecer, dijo que había gozado como nunca y que por supuesto teníamos un buen trato con respecto a la reparación del auto.Mientras nos acompañaba hacia la puerta, volvió a pellizcarme el culo diciendo:“Si vas a chocar tu auto, aquí voy a estar esperándote…”