1. Helena y el auto abollado


    Fecha: 18/09/2017, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... “A mi amiga no la comparto con nadie, papito, ella solamente va a disfrutar mirando todo lo que quieras hacerme”.El tipo entonces no perdió tiempo y atrajo a mi amiga un poco más contra su cuerpo, mientras le comía la boca en un prolongado beso. Ella le correspondió, mientras lanzaba un apagado suspiro. Me acerqué por detrás y acaricié sus firmes muslos que tanto me excitan cada vez que los siento alrededor de mi cuerpo; mis manos fueron subiendo por debajo de su breve falda y encontré que una pequeña tanga de algodón se perdía entre sus redondeadas y perfectas nalgas. La pellizqué suavemente y fui deslizando ese diminuto trocito de tela por sus piernas, hasta que su culo quedó hermosamente desnudo y expuesto. El hombre la hizo girar y tomó las firmes tetas de Helena entre sus manos, acariciándolas con suavidad, mientras sentía que los pezones se iban endureciendo. Por mi parte aproveché que tenía frente a mí su dulce conchita, así que levanté un poco su falda y comencé a pasar mi lengua por su suave clítoris.Helena gimió muy despacio y le preguntó al hombre dónde quería ir para poder coger con más comodidad. Le respondió que en la trastienda tenía un amplio sillón que seguramente iba a parecerle muy cómodo. La tomó de la mano y la arrastró hacia el fondo del lugar, donde efectivamente había una discreta oficina elegantemente amueblada. Mi amiga se sentó y esperó que el tipo se quitara la ropa, lo cual por supuesto, hizo en apenas segundos. Su verga no era tan gruesa y enorme ...
    ... como el resto de su cuerpo, pero parecía bastante larga y seguramente Helena iba a disfrutarla al máximo. Me pidió que le humedeciera la conchita con mi lengua, mientras ella se dedicaba a chuparle la verga a él para ponérsela bien dura, así que no la hice esperar, abalanzándome de rodillas sobre esa hermosa entrada que tan bien conocía.Apenas unos instantes después acabó en mi boca y entonces le dijo al chapista que ya estaba lista. El hombre no perdió más tiempo, me tomó por un brazo para ayudarme a incorporarme, me pellizcó la cola en el mismo movimiento y se dispuso a penetrar a Helena. Lo fue haciendo muy despacio, mirando como mi amiga se contorsionaba alrededor de su larga verga, mientras su bello rostro ya comenzaba a denotar puro placer. El tipo llegó hasta el fondo y allí permaneció por unos segundos, luego comenzó a bombear con bastante fuerza y rapidez esa delicada concha.Le pedí que lo hiciera con más suavidad, pero entonces Helena abrió sus bellos ojos y me dijo con la mirada que todo estaba bien, su sonrisa me dio a entender que estaba gozando como una verdadera perra. Sus gemidos eran cada vez más fuertes y prolongados, lo cual parecía producir una excitación extra en el chapista, que ahora la sujetaba firmemente por las caderas y se hundía muy profundo dentro de ella.Helena se movía al mismo ritmo del hombre, yendo al encuentro de esa verga dura que la taladraba sin compasión. Acabó dos veces seguidas antes de relajar su cuerpo y abandonar la lucha, mientras ...