1. Primera ves mi cuñada y yo


    Fecha: 06/03/2018, Categorías: Incesto Autor: flowhot, Fuente: RelatosEróticos

    ... averiguar la naturaleza del brillo. También aquel día estaba mojada; miré los pezones: enderezados y duros, como comprobé. ¡Otro sueño erótico! Me meneaba mi miembro que ya había sacado de mi pantalón, estudiando el cuerpo de mi cuñada indeciso por dónde empezar. Miré su cara: su mano izquierda y su boca eran demasiado incitantes... Pero sólo durante un rato, me dije: no quería que volviese a pasar lo del otro día. Coloqué mi miembro en su mano y empecé a moverme despacio, hacia adelante y hacia atrás. Su mano no podía estar colocada mejor, cada vez que empujaba hacia delante el prepucio entraba justo en su boca entreabierta. ¡Era una mamada fantástica! Sentía el calor de su aliento en la cabeza de mi pene, sentía la humedad de su boca en mi glande... Comencé a babear literalmente; me sequé los labios y puse mis manos en sus senos, agarrándolos, uno en cada mano. De repente noté que su mano se había movido o así me había parecido. Me paré y vi que efectivamente su mano se movía, muy levemente, despacio en un movimiento casi imperceptible. Pensé estar interactuando con su sueño erótico, dado que no parecía despertarse. Desafortunadamente (o afortunadamente) me había parado con el prepucio entre sus labios y mientras me disponía a retirarlo echándome hacia atrás, me quedé de piedra al ver lo que pasó: sus labios carnosos se cerraron a su alrededor y empezaron un ligero chupeteo. Había entrado por completo en su sueño erótico. ¿Qué hacer ahora? No pude contestarme: todo lo que ...
    ... pasó a continuación fue muy rápido, casi a la vez, y yo parado sin saber como reaccionar... Primero sentí la mano de Katy que presionaba mas a mi miembro, luego vi como en su boca esbozó una sonrisa. Después abrió los ojos. Intenté dar un paso atrás, en pánico, pero mi cuñada, como si lo hubiera previsto, agarró con fuerza mi pene y se la puso en la boca levantando y acercando su cabeza hacia mí. Me miró en los ojos y me sonrió sin sacarse mi pene de su boca. Antes de seguir creo que es necesario explicar algunas cosas como me las explicó mi cuñada. En realidad, Katy llevaba semanas sin dormir la siesta. Una tarde, mientras yo estaba en su habitación, ella se había desvelado y le había parecido verme masturbar delante de ella. Gracias a un sueño erótico que había hecho (juntos al sueño que aún tenía) no pudo darle mucha importancia a la cosa. Al contrario, se despertó, cuando ya me había ido, muy mojada y excitada y empezó a masturbarse recordando lo que había creído ver. Alcanzó el mejor orgasmo que tuvo por sí sola. Entonces empezó a esperar a que entrara en su habitación entreteniéndose consigo misma para ahuyentar el sueño (no eran, pues, sueños eróticos como pensaba), deseosa de sentir como le acariciaba, como le tocaba, deseosa de ver cómo me masturbaba. Cuando me marchaba lo hacía ella. Mi cuñada no podía creerse como no me había dado cuenta: al parecer se movía y a ratos abría los ojos, pero yo estaba demasiado ocupado en darme placer. Su deseo iba aumentando con el ...
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