1. Sexo húmedo


    Fecha: 07/03/2018, Categorías: Fetichismo Autor: Angelito;), Fuente: SexoSinTabues

    ... salir escuché su voz discutiendo con, probablemente, un compañero, así que esperé hasta que se fueran y salir cuando estuviesen lo suficientemente lejos. Yo no contaba con lo que sucedió a continuación, simplemente vi una puerta cerrada y un pomo, cosa fácil. Mi sorpresa no pudo ser mayor cuando comprobé que aquel pomo pintado de dorado no giraba, ni para un lado ni para el otro. Golpeé la puerta furiosamente mientras inventaba una excusa para quien me abriese, mas resultó que mi amigo estaba demasiado lejos ya, y nadie parecía estar lo suficientemente cerca como para que me escuchase. No fueron más de cinco minutos los que estuve apoyado en la puerta con cara de desesperación. De repente escuché a alguien moverse al otro lado de la misma, llamé su atención y no resultó ser otra persona que mi acompañante. Al parecer no me encontraba y había preguntado a mi amigo dónde nos despedimos. Por supuesto ella no tenía la llave, pero por suerte no se encontraba demasiado lejos: descansaba en un armarito de metal, que en otros tiempos habría sido un botiquín, y me abrió. Tras los agradecimientos oportunos fuimos a recoger nuestras cosas y nos encaminamos hacia la puerta enrejada, y reitero ¡enrejada! pues estaba cerrado, las luces apagadas y ningún coche a la vista. Era evidente que las prisas de los trabajadores por abandonar el lugar estaban por encima del hecho de que dos personas se quedasen atrapadas en el interior del parque. Reaccioné inmediatamente agarrándola de la mano y ...
    ... tirando de ella hacia la caseta del guarda; fue entonces cuando me detuvo y, con sonrisa picarona, me dijo: "¿Qué prisa tenemos?". Entonces entendí un poco lo que la situación representaba para ella. El parque era nuestro aunque no debíamos alborotar demasiado si queríamos permanecer allí el máximo tiempo posible. Por lo pronto nos bañamos en una de las piscinas más alejadas de la entrada para no ser vistos por el guarda o persona alguna. Fue indudablemente hermoso contemplarla allí en el agua oscura bajo la luz de la Luna. Nadamos, tonteamos un poco, jugamos y hablamos sobre nuestras cosas, éramos felices tal y como estábamos. En una de esas ella se encontraba cerca del borde de la piscina, yo como a unos tres metros de distancia. Ella abrió los brazos como muestra de necesitar un abrazo, cosa que su sonrisa secundaba. Así que me acerqué inocentemente y nos fundimos en un cariñoso abrazo mientras besaba mis mejillas. Hasta aquí todo normal pero como todos comprenderán el hombre tiene un límite. Abrazado a ella y recibiendo numerosos besos de una mujer tan exuberante no pude resistir la erección a pesar de la temperatura del agua. Dado que estábamos abrazados ella se percató, apartó su cara de la mía con ambas manos (yo pensaba que su enfado iba a ser monumental) y me besó tan dulcemente que todo mi cuerpo sufrió un escalofrío de lo más contorsionista. Allí, bajo la luz de las estrellas, ella me dio un apasionado beso teniendo a la Luna como testigo. A partir de ahí todo fueron ...
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