1. Historias de cuarentena. Mi prima Victoria


    Fecha: 13/04/2024, Categorías: Incesto Autor: Eric Salazar, Fuente: TodoRelatos

    ... ellos, con las piernas abiertas y recibiendo la hábil lengua de su compañera.
    
    —Perdón, ahora la apago. Vaya pillada, Victoria. Qué vergüenza.— Le dije a mi prima, mientras cogía el mando de la tele.
    
    —No, no, no la apagues, puedes continuar. Haz como si yo no estuviese y sigue con lo que hacías.— Me dijo Victoria, con una sonrisa maliciosa.
    
    No sé por qué razón le hice caso. Mientras ella ordenaba la compra en la cocina, continué la paja que me estaba haciendo justo antes de la aparición de mi cuidadora.
    
    Llevaría cinco minutos en esos menesteres, cuando sentí la presencia de mi prima detrás de mí, aunque esta vez no dijo nada. Por el rabillo de ojo podía ver a victoria en el quicio de la puerta mirando cómo me masturbaba.
    
    Pasó por delante de mí, se sentó a mi lado en el sofá y empezó a masturbarse. Levantó su falda y se quitó el tanga. Me lo ofreció y lo cogí para llevarlo hasta mi nariz y olerlo.
    
    Olía a hembra en celo. Se sentó de nuevo y empezó a meterse dos dedos mientras con la otra mano se acariciaba el clítoris.
    
    Yo, volví a mis quehaceres, mientras que en la siguiente escena, dos tíos estaban follándose a una mujer, más o menos de la edad de mi prima. Victoria aceleró sus movimientos mientras apretaba las piernas y rompía en un sonoro orgasmo que la hizo gritar de placer.
    
    —Ahhhhhh, ahhhhh. Dios que bueno, uffffff, vaya corrida.— Exclamó, mientras su respiración se normalizaba.— ¿No quieres que te ayude primo?
    
    —No deberíamos victoria. Somos ...
    ... primos y...
    
    Aún no había acabado de hablar y mi prima ya se había puesto de rodillas delante de mí y tenía mi verga metida en la boca.
    
    La chupaba de manera espectacular, metiéndosela entera. Luego me pajeaba mientras me comía los huevos, succionándolos y tirando de ellos. Era con toda seguridad la mejor mamada que me habían hecho en mi vida.
    
    Mis ganas de correrme crecían de manera exponencial.
    
    —Si sigues así, me voy a correr enseguida.— Avisé yo.
    
    —Espera. Ponte de pie.— Me ordenó mi prima.
    
    No me resistí y me puse de pie. Poniéndose ella de rodillas, Victoria me bajó el pantalón del pijama y me lo quitó del todo. Mi polla se quedó al aire apuntando al techo de la erección que tenía. Mi prima me cogió la polla y empezó a meneármela, alternando sus lamidas en la punta, con pequeñas succiones en mis huevos. Que estaban grandes y duros, cargados de semen. Cuando me tuvo a punto de correrme, se puso de pie y después de darme un cálido y húmedo beso, que sabía a mi polla. Se colocó a cuatro patas en el sofá con el culo tieso apuntando en mi dirección.
    
    —Vamos primito. A ver cómo usas esa polla tan dura que tienes.
    
    Dijo subiéndose la falda y dándose una palmada en el culo a modo de invitación.
    
    —No tengo condones en casa prima. Mejor no arriesgarse.
    
    —Tomo la píldora, Javi. Fóllame y córrete dentro. Quiero que me llenes de leche.
    
    No me hice de rogar y con mi mano derecha en cabestrillo y mi polla al aire. Apoyé mi glande en la entrada de su lubricada vagina y ...