1. Confesión de un infiel (2)


    Fecha: 20/03/2018, Categorías: Infidelidad Hetero Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... partir de ese día, Susana venía con los niños a ver a sus padres, los dejaba un rato con ellos y subía a follar conmigo. Luego subía a los niños y estábamos un rato juntos. Cuatro años después, le surgió una oferta de trabajo con un puesto muy importante y sueldo acorde. De esas que no puedes rechazar. Yo por lo menos no lo hubiese hecho. El problema era que tenían que mudarse a otra ciudad, al otro lado del país. Cuando me lo dijeron, les aconsejé que aceptasen. No querían separarse de mi ni de los padres (sobre todo Susana) pero les convencí de que podíamos ir o venir a visitarnos cuando quisiéramos, dada la buenísima conexión entre ambas ciudades con el tren de alta velocidad. Primero se fue Jorge, el marido, para buscar sitio. Susana hizo varios viajes para visitar casas, colegios y comprar muebles, hasta que estuvo todo listo. Durante ese periodo no dejamos de follar, teniendo que hacerme el duro ante los lloros de Susana, que cada vez veía más cercana nuestra separación, quitando hierro al asunto y dándole ánimos diciéndole que nos veríamos a menudo. El día antes de irse, follamos en su cama de matrimonio, pero antes estuvimos jugando en la enorme bañera de hidromasaje que disponía la casa. Los niños quedaron con la abuela y nosotros tuvimos libertad para hacer lo que quisiéramos. Hicimos submarinismo entre burbujas, comiéndole el coño un rato y luego ella a mí la polla, cambiando una y otra vez entre risas y salpicando agua por todos los lados. Follamos sentados en ...
    ... el fondo, en los bordes. Desmonté el cabezal de la ducha y la estuve follando por el coño, estando yo arrodillado y ella sentada, pero terminó levantando el culo porque utilicé la manguera para soltar agua a presión sobre su clítoris. Fue mucho rato de muy excitante diversión. Las risas se mezclaban con los gemidos de placer. A cuatro patas y con el culo bajo el agua, se la metí por el coño y el culo, bombeando un rato en cada agujero. La excitación fue subiendo por parte de ambos, hasta que ella no pudo aguantar más, y mientras la follaba por el coño y le metía un dedo en el culo, lanzo un grito y se corrió, desconcentrándome y corriéndome yo con ella. -AAAAHHH. Me corrrooooo. -Y yo tambiéeeeen. Y le fui soltando lechazos al tiempo que ella contraía el coño en su orgasmo. De ahí, nos fuimos a la cama, donde nos acostamos, apresurándose ella a meterse mi polla en la boca y ponerse a realizarme una rabiosa mamada que tuvo como efecto volver a ponérmela dura de nuevo. Yo la recosté e intenté comérselo a ella, pero me obligó a metérsela. La metí toda de una vez, saliendo algo de agua todavía, hasta el fondo. En ese punto, ella echó mano a mis glúteos y subió sus piernas a mi espalda, forzando mis penetraciones a lo más profundo y dejándola salir casi hasta quedar el glande fuera, para volver a forzar la entrada, al tiempo que me decía: -Más fuerte. Más fuerte. Quiero hartarme de tu polla. Dame duro Más. Más… Lo repetía una y otra vez. Solamente se calló para gritar los tres ...