1. Confesión de un infiel (2)


    Fecha: 20/03/2018, Categorías: Infidelidad Hetero Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... orgasmos que tuvo, antes de correrme yo. Nos despedimos entre un mar de lágrimas de ella y las emociones contenidas mías. Acordamos que aquella era la despedida para no prolongar el dolor y que los niños preguntasen. A partir de ese momento, fue la madre la que la sustituyó en la cama. Me dieron una jubilación anticipada muy ventajosa, que me valió para tener libertad para ir entre semana a visitarlos y pasar un par de días con ellos. A los dos años de irse, los padres de Susana fueron a visitarlos como ya habían hecho otras veces. Iban con coche, para ver a otros familiares por el camino, pero a la vuelta, un vehículo que circulaba en dirección contraria a gran velocidad, se cruzó de carril y se los llevó por delante. Ya solo en mi ciudad vendí los pisos y compré en la ciudad donde estaban, trasladándome a vivir allí y donde espero terminar mis días. Reparto mi tiempo entre correr, algún día a la semana de gimnasio, pasear y Susana. Mis hijos han estudiado sus carreras, uno médico y el otro abogado. Les he pagado los estudios y todo lo que han necesitado hasta poder establecerse por su cuenta. Tienen mucha clientela, en parte porque tengo muchos contactos en la zona y en parte por su gran valía. Les va bien. Mis fuerzas ya no son las de antes, por eso, las relaciones con Susana se han separado mucho, pero muchos días viene a verme y hacemos el amor, mejor dicho, le hago el amor en la medida de mis fuerzas, como ayer, que vino a visitarme. Nada más entrar en casa, nos ...
    ... fundimos en un beso lascivo, atrayendo y presionando nuestros cuerpos presa de deseo. Llevábamos casi una semana sin vernos. Nos desnudamos mutuamente entre caricias y besos mientras íbamos camino del dormitorio, dejé que cayese de cruzado sobre el colchón, con los pies en el suelo y yo, con una rodilla en la cama, me puse a acariciar su cuerpo sin dejar de besarnos. No hice lo que ella esperaba, que era acariciar sus pechos y vulva. Acaricié todo lo demás y su deseo fue aumentando poco a poco. Cuando noté que estaba bastante excitada, pasé mi lengua por sus pezones, azotándolos con ella en rápidos roces. -Mmmmmm. Se le escapó un suave gemido. Mi mano se acercó a su vulva y pasó por encima, pero sin presionar. Solamente mi dedo medio recorrió los labios casi sin rozarlos. Volvió a gemir… -Mmmmmm. Por favor… Todavía estuve varios minutos haciéndola desear. Acariciando todo con suavidad y lamiendo sus pezones. Cuando sus peticiones ya eran continuas, me arrodille en el suelo, entre sus piernas y me puse a recorrer suavemente su abierta raja con mi lengua, haciendo que ella echase las manos a mi cabeza para que presionase más y contrarrestando yo con todas mis fuerzas para que no lo consiguiese. Llegó un momento en el que se puso a darme golpes en la cabeza… -Más, más, más. No seas cabrón. Me extrañó porque nunca me había hablado así. La hice ponerse a 4 patas en el borde de la cama, quedando sus agujeros a mi disposición, entonces, metí el dedo medio en el culo y el pulgar en el coño, ...