1. Sacándonos la calentura


    Fecha: 21/03/2018, Categorías: Incesto Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... encantado que Lucas me coja así como estaba, mugriento y con olor a pintura en las manos. Sin embargo, se sentó en el borde de la cama y Mayra se hincó para expandir su garganta necesitada de pija, para ensalivársela, arrancarle el bóxer y lamerle los huevos con unos soniditos que me descontrolaban. Yo le fregaba el culo en la cara a Joel, y le pedía paja mientras yo se la apretaba sintiendo cómo le crecía en la palma de mi mano. Cuando no aguanté más volví a subirme a esa verga hermosa, cuando Lucas ya se la enterraba en la concha a Maura, y nos pedía que entre nosotras nos toquemos las tetas y nos comamos a besos. A ella le daba asco, pero a mí me ponía más loquita. Después Joel me acostó donde antes estaba él, mientras la cama amenazaba con quebrarse por lo vibrante de la cogida de Lucas y Mayra. Se me subió encima después de darme unos fuertes chotazos en la cara, y tomó las riendas al decidir que lo mejor que podía hacer conmigo era cogerme rapidito, lamiendo mis tetas y diciéndome que era una putita mañosa. En medio del fragor del garche, no sé cómo fue que Lucas me abría la boca para que le lama los dedos. El tema es que luego los reemplazó por su verga impregnada de los jugos de mi hermana, y mi boquita se lo agradecía con creces. Se la mamaba con una furia que me hacía gemir hasta por los codos, mientras me enteraba que Mayra le chupaba el culo diciendo: ¡dale la leche a la guachita, dale la merienda negro sucio, te gusta cómo tu hermanita te lame el orto, y cómo la ...
    ... roñosa esa te come la verga?! Entretanto Joel no le daba descanso a mi vagina con más ensartes, penetradas cortitas y con algún que otro dedo infiltrado. Me encantaba saborear la intimidad de mi hermana, y que esa cabecita latiendo emocionada se rebalse de juguitos, cada vez más cerca de inyectarme su lechita! Pero Mayra me lo quitó cuando mi garganta clamaba por su bendición seminal. Lo tiró en el piso después de pedirme que le muerda una teta, y se le sentó para que Lucas se la meta en el culo. ¡Cómo gritaba con esa poronga la muy trola! Tanto que motivó a que Joel abandone mi cuerpo tembloroso, colmado de su sudor y mis tetas baboseadas para ponerse de pie delante de la boca de Mayra y pedirle que se la chupe con su mejor carita de nene asustado. ¡haceme un pete pendeja, y vos culeala más fuerte guacho!, dijo el pibe, y yo me levanté para pedirle que me pajee con violencia. Quería acabar mientras el culo de Mayra seguía apretando la pija de Lucas, su boca se embelesaba con el pito de mi ex pareja de garche y me escupía por donde quería, y los dedos de ella junto con los de Joel se hundían en mi cola y en mi vagina. Ese mismo frenesí, la locura de verlos fundirse en piel y cuerpo, de oír tantos chupones, pijazos, los pedos de Mayra, los escupitajos de Joel a sus tetas, las nalgadas de los tres a mi culo y la calentura desbordando mi clítoris, me hacía pedirles más. ¡Dale toda la leche en el orto Lucas, que es una putita, y vos atragantala de leche tarado, pajeame pendeja, y ...