1. Una juventud madura (VII): Campamento de verano 2


    Fecha: 26/03/2018, Categorías: Gays Sexo Oral Autor: torresvalverdej, Fuente: CuentoRelatos

    ... y al salir del agua, Iván se acercó a la mochila que llevaba. -¿Tienes ganas de desayunar?- Me preguntó rebuscando entre la maleta. -Sí, tengo bastante hambre Iván se giró hacia mí. -Tienes dos opciones: un plátano u otro- dijo con la fruta en una mano y con la otra mano puesta en su paquete. No le contesté, cogí de una mano mi maleta y con la otra cogí a Iván. Me lo llevé entre los árboles de detrás de la arena, le hice sentar en el suelo y le quité el plátano de la mano. -Yo voy a desayunar de este plátano, pero tú también vas a tener que desayunar algo- Le dije levantado delate de él bajándome el bañador y dejándole mi pene a merced de su boca. Mi pene estaba flácido, pero él me lo iba a poner duro en nada. Sacó la lengua y empezó a rodear mi prepucio con ella. Levantaba la piel metiendo la lengua por debajo y dando vueltas y más vueltas. Cuando estuve empalmado al 100%, sin previo aviso, le metí la tranca hasta la faringe. El pobre casi vomita de la arcada que le produjo mi polla en toda su boca. A partir de allí él ya se encargó de todo lo demás. Mientas yo desayunaba del plátano, Iván me succionaba el alma por el rabo. No tardé mucho en correrme, supongo que fue por la excitación de la situación, pero le llené la boca de semen. Pensé que lo iba a escupir, pero el muy goloso se lo tragó todo sin dejar nada, incluso le pegó un repaso a mi pene para no dejar nada pegado a él. -Creo que tenemos que ir a tiro de arco- dijo Iván mirando el reloj. -A mi no me apetece mucho, ...
    ... creo que voy a pasar- le contesté. -A mi sí que me apetece. Si quieres, nos vemos después por la tarde. -Ok, voy a estar un rato con el móvil en la cabaña y luego me daré un paseo. Nos vemos más tarde. Nos separamos y me fui en dirección a la cabaña a dejar todas mis cosas en su sitio, pero justo antes de entrar me di cuenta que la cabaña estaba cerrada con pestillo por dentro. Escuché una respiración acelerada y entrecortada dentro de la cabaña y no acababa de deducir qué podría ser ese ruido, así que decidí ir detrás de la cabaña para intentar encontrar algún espacio u orificio por donde ver. Las ventanas tenían el papel persiana puesto y era imposible abrirlo desde fuera. Pasé por un hueco debajo de los pilares de madera sobre los que estaba apoyada la cabaña para ver de qué se trataba. La madera que conformaba el suelo de la cabaña estaba ligeramente separado y esto me permitía ver todo el interior. Al buscar el ruido sospechoso, me llevé una sorpresa. Era Roman el que estaba jadeando. Estaba sentado en el suelo, desnudo por completo y haciéndose una paja. Pensaba que el inocente Roman aun no podía conocer lo que eran, pero al parecer me equivocaba. Tenía un pene bastante normal a su edad, ni grande ni pequeño. Él movía su mano poco a poco como si intentase hacer mantequilla. Se notaba el sudor cayendo de sus axilas en dirección hacia las nalgas. Cada cierto tiempo se le escapaba algún gemidito; y sin darme cuenta, de un momento a otro, estaba empalmado. No sé qué era lo ...