1. El Puticlub


    Fecha: 30/03/2018, Categorías: Sexo Duro Autor: zorro_en_celo, Fuente: xHamster

    ... íntimos. Allí nos sentamos, para que esta zorra libidinosa de Adriana, me metiera mano al obsceno y lúbrico tanga que tanto le traía loca. Nos pegamos tres salaces morreos con lengua, mientras Adriana me magreaba y manoseaba el tanga y ya tenía atrapada y agarrada fuertemente en su mano mi enhiesta, pero dura verga de macho lujurioso en celo. Echó unos opacos cortinones que llegaban hasta el suelo y empezó lenta y libidinosamente a desnudarme. Empezó a expresar un vulgar y arrabalero lenguaje soez y chabacano que me estaba poniendo cachondo y muy salido y me estaba seduciendo y fascinando y empujaba y estimulaba a desearla más y más con lujuria y libidinosidad. Adriana se quedó solo con un tanga rojo puta y unos taconazos de igual color dejando al aire sus gordos melones, perfectos y magníficos para hacerme una cubana. Mientras me iba desnudando, yo cada vez estaba más y más salido e impúdico y con unas apetencias sexuales muy voraces que se me notaban en la mirada. Adriana a su vez, miraba y deseaba meter su viciosa bocaza de fulana libidinosa en mi depravado y lujurioso tanga de actor porno. Empezó por soltarme unas provocadoras y procaces guarradas que me ponían rijoso e impúdico — cabrón, que bueno estás — dijo Adriana. Me ponía muy burro que me largase eso y no me quedé corto — me gustan tus voluptuosas tetazas, putona — aprecié yo. La fulana Adriana me dejó solo con mi sexy tanga y eso me puso más libidinoso y vicioso y me hacía sentir como algo suyo entre sus manos. ...
    ... Me echaba unas furibundas miradas sexuales que me excitaban y encendían sexualmente. Yo no podía parar de mirar con lujuria a las tetas y al sicalíptico tanga de Adriana que me estimulaba y acaloraba sexualmente.— Siéntate, ábrete de patas, cabrón — exigió Adriana. Yo estaba supere citado y deseando que me hiciera lo que le viniera en ganas y Adriana abrió su lasciva boca de guarra depravada dispuesta a lamerme lujuriosa y concupiscentemente el tanga. — esta va a ser la mejor mamada que te hayan hecho, cabrón — anunció Adriana. Se puso de rodillas frente a mí y como una loca obsesa y viciosamente poseída por la lasciva visión de mi obsceno y sexy tanga, principió a lamerlo lenta y lujuriosamente y yo me hallaba con los ojos en blanco de puro vicio lascivo y yo aparentaba ser una libidinosa máquina de resollar, resoplar y dar vagidos y gemidos de deleite y goce sexual.Me percataba de que iba teniendo una lenta y brutal erección, cosa que me cautivaba y complacía y que, de un momento a otro, tendría mi enhiesta pero dura verga, dentro de la golosa boca de la fulana Adriana. Me ardía la lefa dentro de los huevos y notaba como me corría la sangre por todo mi lascivo cuerpo a una gran velocidad. Cuando ya la tuve bien dura, para apetencia de Adriana, inició a lamer de arriba a abajo todo mi duro rabo y yo estaba muerto de lujuria, lascivia y lubricidad y seguía exhalando y emanando berridos, gañidos, gemidos y mil quejidos sexuales.— ¡cabrón, ¿qué dura se te ha puesto! — manifestó ...
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