1. El Puticlub


    Fecha: 30/03/2018, Categorías: Sexo Duro Autor: zorro_en_celo, Fuente: xHamster

    ... Adriana. — me gusta que esté siempre así — declaré yo. Adriana empezó a quitarme el obsceno y depravado tanga que yo llevaba para hacerme mejor la mamada. — ese sexy e impúdico tanga que tan loca y libidinosa me ha puesto, te lo voy a quitar, cariño. Quiero disfrutar de tu rabo en mi bocaza — apuntó Adriana. La cabeza de Adriana subía y bajaba con mi duro rabo dentro de su lasciva bocaza y yo experimentaba maravillosa y gloriosamente la lujuriosa fricción de sus dulces belfos en mi masculina dureza. — soy tu esclava sexual, pídeme que continúe mamando tu rabo, cabrón — exigió Adriana.La muy golfa me daba un placer estupendo y formidable y yo proseguía con mis ojos en blanco y emitiendo mil bufidos, graznidos y jadeos sexuales a la par que la insultaba sexualmente del perfecto trabajo que esta puta puerca me estaba haciendo — ¡pero que zorra eres, cariño! ¡cómo me gusta cómo me la comes, uta! —bramé yo todo lujurioso.Adriana no paraba de mamar impúdicamente como un bebé mi pollón y yo estaba más y más emocionado y le pedí que me mordiera el rabo y después los cojones porque eso me excitaba, enardecía y estimulaba sexualmente aún más.Ella fue clavando sus dientes lentamente en mi rabo y yo le iba diciendo hasta donde debería llegar para no hacerme daño y me apasionaba y encendía y me hacía aparecer un poco masoquista ante ella. Llegó al punto que más me excitaba y ahí tenía clavados eróticamente sus dientes y yo estaba más muerto de lascivia, impudicia y obscenidad expeliendo ...
    ... jadeos, vagidos, gruñidos y mil mugidos sexuales muy obscenos. Frenó de morderme el rabo, para ir a trabajarme los cojones y repetir la experiencia, yo la dejaba que me trabajase a placer, pues ahí podía aguantar más sus mordeduras, eso me volvía más loco y ya estaba fuera de mí, porque eso me encantaba y me ponía más y más cachondo y aumentaba mis lascivas ganas por follar a esta pelandusca que me estaba poniendo salaz.— vamos zorra, muérdeme más — exigí excitado. Adriana me mordía lúbrica y muy lujuriosamente el escroto y eso me encendía y enardecía sexualmente mucho más y me empujaba a desear con avaricia darle todo el rabo que ella me pidiera con urgencia lúbrica y hasta hacerle un traje de lefa si ella me lo pidiera.— ¡Ay!,cómo me gusta!,ufff!,¡muerde mas, puta! —Adriana mordía y mordisqueaba mi escroto y eso me satisfacía y seducía y me hacía estar en un paroxismo masoquista que me agradaba.— Ahora quiero que te metas uno de mis cojones en tu bocaza y que parezca un caramelo — ordené.Adriana cumplió y acató sin rechistar mi orden y apreció y comprobó que yo estaba con mis ojos en blanco y que ella me trabajaba con su boca a la perfección y me estaba matando de gusto con su labor bucal en mis pelotas. Yo figuraba ser una máquina de dar vagidos, gañidos, graznidos y mil berridos sexuales con este perfecto trabajo bucal que me hacía esta libidinosa fulana depravada de AdrianaYo advertía que mi rabo estaba más duro que de costumbre en estos lascivos y obscenos momentos, pues ...