1. Ana, el mecánico y la casa en la playa


    Fecha: 14/04/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... a un costado y acariciaban sus labios vaginales. Observé que muy despacio le iba metiendo los dedos adentro de la concha, mientras Ana levantaba la vista y se sostenía de mis manos. Así me mantuvo la mirada, dedicándome todo su placer hasta que alcanzó un primer orgasmo, temblando en silencio sin dejar de mirarme.Ricardo sacó los dedos humedecidos y lamió la esencia de mi esposa…“Qué les parece si vamos a un lugar más privado para seguir con esa colita?”Ana sonrió encantada y se levantó de un salto, dándonos la espalda mientras se dirigía al camino de salida de la playa. Balanceaba sus caderas más de lo acostumbrado, sabiendo que Ricardo no le quitaba la vista de encima.Para mí era una tortura, me excitaba el hecho de verla nuevamente sodomizada por otro hombre, pero al mismo tiempo me fastidiaba que fuera ese hijo de puta…Al llegar a la casa Anita se dirigió al sillón principal de la sala y allí se acomodó boca abajo, arqueando su hermoso cuerpo al estilo perrito. Ricardo casi arrancó su pequeño slip y se acercó a mi esposa, tomándose la enorme verga con las dos manos, mientras se la masajeaba buscando el tamaño máximo que podía alcanzar.Le quitó la diminuta tanga deslizándola suavemente por sus hermosas piernas y me la arrojó a la cara, diciéndome que por hoy eso era lo único que iba a obtener de mi mujercita, porque después de que la cogiera él, no iba ni siquiera poder sentarse…La tomó por las caderas y le apoyó suavemente la enorme pija sobre los humedecidos labios ...
    ... vaginales, frotándolos con ella, pero entonces Ana giró y dijo:“Estoy ovulando y sería peligroso… necesito una buena verga dentro de mi cola”.Ricardo estalló en una carcajada y le pidió que se diera vuelta y acostara boca arriba sobre el sillón, dijo que quería verle la cara de dolor mientras le hundía la verga en el culo.Mi esposa obedeció sin chistar, abrió sus hermosas piernas apoyando los pies sobre los hombros de mi amigo y comenzó a tocarse el clítoris con los dedos, mientras comenzaba a gemir suavemente.El mecánico dirigió su enorme pija hacia la entrada de la vagina, pero nuevamente siguió frotándole el glande sobre esos ya inflamados y abiertos labios.Mi esposa continuaba gimiendo cuando Ricardo se deslizó hacia adelante en una furiosa embestida, penetrando su lubricada concha hasta el fondo, haciendo que Ana dejara escapar un grito de dolor y sorpresa. Quiso retroceder para sacarse ese duro pedazo de carne, pero el hijo de puta la sostuvo por las caderas y comenzó a bombearla con mucho ímpetu.Mi esposa gemía furiosamente y le pedía que se la sacara, que no acabara adentro, pero al mismo tiempo se movía al ritmo del tipo y empujaba sus caderas hacia adelante, al encuentro de esa enorme verga. Estaba enloquecida de placer, le pedía una cosa que sabía era imposible de aceptar, la cadencia del hijo de puta era increíble, la bombeaba con furia salvaje, haciendo que mi esposa se balanceara y aullara pidiendo que no dejara de cogerla.Después de advertir que ella había tenido un ...