1. Patricia , entre padre y hermano


    Fecha: 19/04/2018, Categorías: Incesto Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... y que se lo llenase de leche, pero que anhelaba tu verga pues si bien ya no la tenés tan dura como antes, que la tenías como yo, la tenés mucho más gruesa y le gusta más porque siente como que la partís en dos. —Jajaja. Es una exagerada. Nunca la podría partir en dos porque se lo traga bien. —Y claro después de tantos años de hacerle el culo -Dije. —Jajaja. Si querés algún día te lo estreno a vos. —¡Perdiste! Hace un rato se lo estrene. —Recién venís y ya se lo estrenaste. —Sí, desde que se lo clave por el orto a mamá y me dijo que era el único agujero por el que me faltaba metérsela y que el único que lo había utilizado eras vos, como todos los demás hasta que me los fue dando a mi o a Patricia, no pude dejar de pensar en hacérselo a Pato. —Y viniste y se lo hiciste. —Sí. —¿Te gusto? – Me preguntó. —Sí – Le dije- pero me dolió. —Es un bruto. —No, lo hizo con mucha delicadeza, tanta que me dolió poco, pero después me empezó a doler por lo que me tuve que ir a bañar para que el agua caliente me calmase. —Bueno a que lo tenés estrenado te lo voy a poder poner yo también. —¿Qué? ¿Aguantar tu verga?, ni loca. Si la de Mario me dejo dolorida la tuya me dejará de cama. —Por eso lo haremos una noche, así te vas a dormir y al otro día ya no te dolerá tanto. —Ni en pedo. —Pero si se la banca mamá – Dice Mario-, ¿Cómo no ter la vas a aguantar vos? —Claro – Intervine mi padre – ya vas a ver cómo te la bancas. —¿Te parece? —Por supuesto. —Pero ahora no. —No ahora terminen ustedes de ...
    ... merendar que yo voy a hacer lo propio. Se levantó y se fue a preparar la merienda. Cuando lo hizo se le veía la carpa que se le había hecho en el pantalón, por lo que Mario, guiñándome un oso, me dijo: —Mirá como está el viejo. Se recalentó imaginándose que te la metía por el orto. —Me lo va a romper con la poronga que tiene. —Si se lo aguanta mamá, vos también te lo vas a bancar. —¿Te parece? —Seguro. Me quedé pensando y cuando vuelve trayéndose el té que se había preparado, viéndole la carpa que tenía me dije, a mi misma, que mer sacrificaría y me la bancaría. Terminamos de merendar y papá se fue a dormir un rato. Con Mario, lavamos las tazas, arreglamos la mesa y empezamos a preparar la cena. En más de una oportunidad en lugar de pasarme lo que le pedía me daba su verga, la cual a veces estaba dormida aunque casi siempre se despertaba no bien la tocaba. En más de una oportunidad me lleve esa hermosa verga hasta el fondo de mi garganta y la sacaba chorreando saliva, la que quedaba uniendo mi boca con su pija hasta que por la separación o el peso se cortaba. En esos momentos nos reíamos como dos niños y continuábamos preparando la cena. Estábamos desnudos, pero no nos preocupaba, porque nadie nos veía, el único que lo podía hacer era nuestro padre y no nos molestaba pues yo ya había yacido con él y mi hermano era hombre como él y si bien nunca habían coincidido en algún vestuario, no se escandalizarían por verse desnudos. En un determinado momento se me cayó una servilleta y me ...